LA RAZÓN
Por: BERENICE LUNA
El papel de la mujer en sectores que son reconocidos sólo para hombres se vuelve cada vez más importante. Para Doris Vega, directora de relaciones institucionales de Minera Cuzcatlán y presidenta del Comité Directivo Nacional de Mujeres WIM México, esto se logra con resiliencia y preparación.
En una industria en la que 83.7 por ciento son hombres, el papel de la mujer ha tomado gran relevancia al menos en los últimos 10 años. Si bien aún hay mucho por hacer, Vega busca que desde su posición se impulsen iniciativas que generen grandes resultados en pro de la equidad de género.
“La industria minera es una de las que más silenciosamente ha avanzado en estos temas de diversidad e inclusión, porque hemos crecido muy rápido. La participación de la mujer data de hace 10 o 15 años, antes todavía existían estas creencias de que las mujeres no podían entrar a las minas”, destacó.
En entrevista con La Razón, menciona que dentro de las iniciativas que ya está implementando se encuentra el distintivo Sello WIM, que tiene como objetivo fomentar en las empresas de la industria un clima favorable para el sector femenino.
¿Cuál es el secreto para que una mujer se desarrolle en un sector que es pensado sólo para hombres? Sin lugar a dudas uno de los temas más importantes es la resiliencia, no solamente por las características masculinas de la industria, sino por la propia actividad que se desarrolla. Tienes que ser muy resiliente, en ocasiones estar alejada de los centros poblacionales, trasladarte a otro estado, a comunidades lejanas, dejar a un lado todos los roles que la sociedad ha determinado para las mujeres e insertarte en un espacio que ha sido y fue creado por hombres y para hombres.
Afortunadamente también la industria minera se ha transformado; es decir, en estos momentos no podemos concebir a la industria minera sin la tecnología, sin la innovación, pero tampoco sin la presencia de las mujeres. Las mujeres hemos venido ganando cada vez más espacios, no sólo por el hecho de ser mujeres, sino porque hemos demostrado que somos capaces de hacer y desarrollar cualquier actividad.
¿Qué significa para usted presidir el Women in Mining (WIM) y representar a su género en el sector? Mucha responsabilidad. La historia de las mujeres en la minería hace una década no es la misma que se vive actualmente; hace apenas 10 o 15 años las mujeres empezamos a incursionar en este sector, primero por las necesidades propias del sector y luego porque la minería se dio cuenta que las mujeres traen consigo diferenciadores, agregamos valor a la actividad.
Aportamos características específicas como la resiliencia, la organización, la empatía, entre muchas otras más. Entonces una vez que la industria se dio cuenta de esto quiso atraer más mujeres.
¿Qué retos se tienen que sortear para el desarrollo de la mujer en la minería? Uno es que las mujeres todavía no ven a la industria como una actividad donde puedan desarrollarse por todos los mitos y todas las condiciones del propio sector, entonces debemos fomentar, desarrollar y difundir programas que nos permitan llegar justamente a las nuevas generaciones y mostrar que ya vemos a mujeres en la minería y podemos desarrollarnos en cualquiera de las actividades, desde las asociadas con la actividad administrativa, como también en la parte operativa. Entonces, creo que esto es uno de los grandes retos que debemos impulsar.
En mi caso, lo que yo busco es alcanzar la paridad, en poco tiempo no se puede; sin embargo, estamos haciendo actividades que nos permitan ir avanzando de manera mucho más rápida. Algunas están encaminadas a civilizar liderazgos que puedan ser aspiración para las nuevas generaciones y en otros casos buscamos nuevas formas de impulsar a las empresas, como el Sello WIM.
Platícanos sobre el Sello WIM. En los próximos días estaremos lanzando un distintivo que vamos a denominar Sello WIM, éste tiene como propósito reconocer a todas las empresas que generan acciones en favor de las mujeres dentro de la industria. Me refiero a que en la industria como en todas las demás, tenemos empresas que en este esquema están muy avanzadas que tienen políticas, que han implementado acciones; por ejemplo, una empresa minera que ya tiene como política otorgar hasta un año de maternidad; sin embargo, en el otro extremo tenemos otros centros de trabajo que apenas empiezan o que no tienen actividades o acciones afirmativas en favor de las mujeres. Por ello, este sello pretende reconocer a las empresas que ya lo están implementando.
¿El avance en la inclusión es lento? La industria minera es una de las industrias que más silenciosamente ha avanzado en estos temas de diversidad e inclusión, porque la verdad es que sí hemos crecido muy rápido, la historia que te cuento es hace 10 años todavía existían todas estas creencias de que las mujeres no podían entrar a las minas, primero por los propios mitos, pero una vez que la industria se dio cuenta del potencial, de los beneficios y de lo importante que era incluir a esta otra mitad de la población, hemos crecido muy rápido.