Las fiscalías al servicio del poder. fuente de incertidumbre jurídica.

Jorge Eduardo Franco Jimenez.

La muerte de una joven, cuyo cuerpo fue localizado en territorio de estado de Morelos, ha motivado una controversia entre dos fiscalías, la de ese estado y, la de la Ciudad de México, motivada por la diferencia del dictamen de los forenses de ambas entidades en cuanto a la causa de la muerte de Ariadna N. La primera, refiere que falleció por bronco aspiración y, la segunda por los golpes.

Este complejo asunto, como el caso de Ayotzinapa, presenta los mismos síntomas que han viciado el procedimiento, al entrometerse la epidemia provocada por el virus de la política mediante la intervención oficiosa, de una autoridad que, sin contar con facultades constitucionales o legales para juzgar y condenar a las personas que posiblemente hayan participado en un hecho considerado como delito, feminicidio, ya tacho de corrupto al fiscal de Morelos y a la pareja detenida, en contra de la presunción de inocencia que le impone tratarlos como tal hasta que un juez condene.

De acuerdo con la información difundida los hechos se dan en dos momentos y lugares; primero, cuando pierde la vida en un departamento de la ciudad de México al que había llegado la joven Ariadna, junto con la pareja y otros amigos para continuar algún festejo, mostrándose un video que, según la nota oficial, el varón imputado, aparece subiendo el cuerpo de una mujer a una camioneta negra afirmando que era el de Ariadna, y, el segundo, donde es encontrado en cadáver en estado de Morelos.

Obligadas por disposición constitucional, las dos fiscalías inician una carpeta de investigación, la de Morelos a partir de que localizan el cuerpo en su territorio; la segunda cuando se enteran de lo ocurrido en el departamento situado en la Ciudad de México. La de Morelos no conoce, al parecer, de lo ocurrido en el departamento y, la segunda se entera que la de Morelos no les informa que sus forenses determinaron como causa de la muerte de Ariadna, el que se había bronco aspirado, con lo cual no coinciden los forenses de la de México. que lo atribuyen a golpes inferidos a Vanesa.

Esta complicada trama es asumida como propia por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México que, erigiéndose en juez, ha juzgado y condenado al Fiscal de Morelos, su cuerpo forense y pareja de detenida, provocando que, con sus declaraciones y evidencias difundidas en su apoyo, que la opinión pública así lo califique, bajo su visión, contaminado toda la evidencia, el procedimiento, similar a lo apreciado por la Corte en el caso de la Francesa Florence Cassez, en que se consideró “Esta Primera Sala no censura que la prensa informe sobre los acontecimientos que resultan de interés nacional, como la lucha contra la delincuencia. Censura que las autoridades encargadas de una detención deformen conscientemente la realidad con el fin de crear un filtro de esta realidad a fin de exponer a una persona frente a la sociedad y, principalmente, frente a las futuras partes del proceso, como los culpables del hecho delictivo.”

Así las cosas, aun con presuntos imputados detenidos, no se sabe cual es la verdadera causa de la muerte de Ariadna, si la bronco aspiración o fue asesinada por golpes, siendo la fuente de la incertidumbre jurídica, la intervención de la Gobernadora de la Ciudad de México, que ha opuesto en el foro público su sentencia al respecto, Ariadna fue asesinada y por tanto es un feminicidio

Las dos versiones son presuncionalmente factibles. Sí se bronco aspiro en un contexto en que se ingirieron bebidas alcohólicas y alimentos en exceso, ello es posible que haya ocurrido; los golpes que presenta, también pueden causa la muerte de acuerdo al daño que originen en órganos vitales; sin embargo, como en Ayotzinapa, ahora otros expertos imparciales deberán intervenir para poner a las dos fiscalías en su lugar al igual que a la Gobernadora de la Ciudad de México.

Como está de moda hoy en nuestro país, todo es aprovechable políticamente para favorecer una figura pública que aspira a un cargo sexenal, máxime cuando la inseguridad permea y se incrementa en la República en cuanto a los feminicidios en especifico que, como herramienta de propaganda ha sido una buena bolsa de protagonismo, como lo vemos en estos casos, en que se utiliza la muerte la Joven Ariadna para ese fin.

Lo más grave es que pone en evidencia que, las fiscalías, ni son autónomas ni apolíticas en su quehacer, todas responden a un mismo objetivo, servir al poder. Esto demuestra que el sistema de seguridad nacional formalmente así llamado, del que forman parte las fiscalías o ministerios públicos, son un ingrediente que alimenta los afanes de los que mandan en la república y sus ínsulas, es decir, siguen siendo instrumento inquisitorial, más que de garantía de procuración de justicia que alimenta este contexto de incertidumbre jurídica.

El poder monolítico, solicita que la Fiscalía General atraiga, (palabra de usos múltiples) el asunto por qué con ello, va a manejar el entorno político de los involucrados, mediante ese eje central en que la ha convertido para monopolizar el rumbo de las investigaciones y crear una verdad histórica con la misma experiencia del pasado al cual culpan.

Si finalmente se comprueba que Ariadna se bronco aspiró los detenidos pueden ser imputados de otro delito, pero no de feminicidio. Veremos que ocurre a largo plazo, en paralelo a la selección de candidatos a presidente de la República.

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