Ganan terreno las urnas a los ataúdes

REFORMA

Frida Andrade

Cd. de México (31 octubre 2022).- La demanda de urnas para resguardar las cenizas de los seres queridos cada vez es mayor que la de los ataúdes, sobre todo en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.

Las muertes provocadas por la pandemia fueron uno de los hechos a través de los cuales la gente se hizo más cultura por la cremación, informó Roberto García, vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias (ANDF).

A nivel nacional, alrededor del 50 por ciento de los servicios funerarios son cremación, cuando antes del Covid-19 representaban el 30 por ciento.

En la Capital del País pueden llegar a significar el 85 por ciento, partiendo de un 70 por ciento que se demandaba, refirió García.

Un negocio redituable

Con la pandemia surgieron muchos talleres y empresas tanto formales como informales de urnas, ya que es un producto más pequeño, con medidas de volumen que pueden ir de los 30 x 40 x 30 centímetros.

Además, a la larga la inhumación puede ser más costosa, pues en muchos casos, los derechos por el espacio en los panteones son de sólo siete años y después de ese lapso se deben sacar los restos.

El que más personas opten por la cremación ha causado que los pequeños talleres de féretros cierren, mientras que otros tuvieron que generar una estrategia a partir de la manufactura de urnas para poder continuar en el mercado.

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“Muchos distribuidores y fabricantes de ataúdes han empezado a migrar poco a poco a la fabricación de urnas para depósito de cenizas; han salido nuevos distribuidores y fabricantes de urnas”, destacó García.

Incluso se prevé que pudiera empezar una sobreoferta de venta de urnas.

La tradición persiste

Aunque el ataúd ya no es demandado como antes, se sigue utilizando en varios Estados como Chiapas, Oaxaca o Hidalgo, el cual resalta por su producción.

Del total de la fabricación de ataúdes en el País, se calcula que alrededor del 40 por ciento se produce en Hidalgo.

Ahí destaca la localidad de Doxey, donde la fabricación de féretros es la principal actividad económica, con alrededor de 200 productores.