EL PAÍS
ISABELLA COTA
México – 06 OCT 2022. La salida de Tatiana Clouthier como secretaria de Economía en México ha vuelto a poner de relieve las dos alas de la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. En una, están los funcionarios más moderados, que esperan una solución a la disputa con su principal socio comercial, Estados Unidos. En la otra, están los titulares de la secretaría de Energía y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quienes defienden una política monopólica del Estado en el sector energético. Más importante que la salida de Clouthier es quién se quedará en su lugar y a qué ala pertenece, aseguran analistas.
El 3 de octubre marcó el fin del plazo inicial en el proceso de consultas entre EE UU y México (así como, por separado, Canadá y México) que buscan resolver una controversia generada por el Gobierno de Morena. La controversia se centra en que López Obrador ha aprobado legislación contraria a lo que establece lo acordado en el tratado comercial firmado por él mismo, el T-Mec. Además, empresas estadounidenses aseguran que no se les han otorgado permisos para operar, a pesar de cumplir con todos los requisitos.
En julio, EE UU y Canadá anunciaron, por separado, que recurrirían a los mecanismos que ofrece el T-Mec para resolver la controversia. De no resolverse en la primera etapa de consultas, un panel independiente tendrá la última palabra. Expertos aseguran que México tiene las de perder si se llega al panel, y las consecuencias para la economía serían enormes, ya que EE UU podría poner aranceles en los productos que importa de México, como el aguacate y las autopartes. El lunes, al cumplirse el plazo de inicial de 75 días de consultas, oficiales dijeron a la agencia Reuters que EE UU extendería el plazo de conversaciones. Tres días después, Clouthier renunció a su puesto, con lo que deja de encabezar los procesos bilaterales.
“No impacta tanto la salida cómo quién llegue. Ese va a ser un mensaje importantísimo”, dice Oscar Ocampo, analista e investigador del sector energético para la organización sin fines de lucro el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). “Si llega del ala más moderada de la Administración, más afín a la secretaría de Economía o de Hacienda, probablemente no sea una mala noticia la salida de Clouthier. El riesgo real está en si llega alguien del ala más radical del Gobierno y por eso me refiero a alguien más cercano a la política energética del Gobierno, lo cual sí tendría implicaciones negativas en qué pasa o deja de pasar con las consultas”.
La semana pasada, el sector energético recibió con sorpresa el trámite de 150 permisos para nuevos expendios de gasolinas en un solo día. En comparación, en todo el 2021, se tramitaron 114 permisos. Esto abrió especulaciones de que quizás el proceso de las consultas con EE UU estaba rindiendo frutos, ya que empresas norteamericanas recurrieron a sus Gobiernos para quejarse de que sus empresas no estaban recibiendo permisos para operar a pesar de cumplir con todos los requisitos después de que López Obrador ordenara, a través de un memorándum, a los reguladores autónomas no emitir más permisos a empresas privadas de energía.
Es posible, dice Ocampo, que las consultas del T-Mec no tengan que derivar en un revés legislativo en México. “Considero que es muy difícil que se modifique la Ley de la Industria Eléctrica, por el costo político que implicaría para la Administración”, dice Ocampo, “pero sí es viable reactivar el otorgamiento de permisos, el oficio del gas natural, la norma del azufre, cosas que se podrían hacer con una llamada del presidente y con un costo político bajo. Esos podrían ser los puntos medios que sean mínimamente aceptables para las tres partes sin que esto represente un viraje importante en la política energética”.
Horas después del anuncio hecho por Clouthier en conferencia de prensa matutina, la principal patronal del país, Coparmex, emitió un comunicado pidiendo que “quien asuma la titularidad de la secretaría, debe mantener la cercanía con el sector empresarial”.