Nancy Pelosi desafía las amenazas chinas con su llegada a Taiwán

EL PAÍS

INMA BONET BAILÉNIKER SEISDEDOS

Pekín / Washington – 02 AGO 2022. Nancy Pelosi ha hecho caso omiso a las amenazas de China y a los consejos del propio Gobierno estadounidense. La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha cumplido con su plan inicial y ha aterrizado este martes en Taiwán pasadas las 22.40 (hora local, las 16.40 de la España peninsular). La visita, que no fue anunciada formalmente y forma parte de su gira iniciada el lunes por Asia-Pacífico, enfurecerá a Pekín y empeorará las ya muy deterioradas relaciones entre las dos principales potencias mundiales.

“La visita de nuestra delegación honra el compromiso inquebrantable de EE UU con la vibrante democracia taiwanesa”, ha tuiteado la política demócrata pocos minutos después de aterrizar. “La solidaridad americana con los 23 millones de taiwaneses es más importante hoy que nunca, en un momento en el que el mundo se divide entre la autocracia y la democracia”, ha agregado. En un artículo publicado en The Washington Post durante su aterrizaje, Pelosi afeó a China su papel en Hong Kong y en Tíbet, así como “el genocidio de la minoría uigur”. “Con este viaje, honramos nuestro compromiso con la democracia: reafirmamos que las libertades de Taiwán, y de todas las democracias, deben respetarse”.

Ambas orillas del estrecho de Formosa han visto cómo aumentaban los efectivos desplegados ante la llegada de Pelosi a la isla. La agencia estatal Xinhua ha anunciado que Pekín llevará a cabo ejercicios militares con fuego real en las inmediaciones de toda la isla, del 4 al 7 de agosto. El Ministerio de Defensa, por su parte, ha expresado que el Ejército Popular de Liberación está “en alerta máxima” y responderá con “una serie de operaciones militares selectivas para defender la soberanía nacional”. Según la agencia AFP, durante el martes se produjeron una veintena de incursiones aéreas chinas en Taiwán.

Ante el aumento de la presencia militar del gigante asiático en las inmediaciones de Taiwán, el Ministerio de Defensa taiwanés ha advertido de que enviará refuerzos a la línea divisoria del estrecho de Formosa para disuadir las “amenazas enemigas”. La isla ha elevado también su nivel de alerta militar. Según medios taiwaneses, varios buques ―un destructor de misiles y una fragata― están desde el lunes cerca de sus aguas. Los dos portaaviones de la Armada china —el Liaoning y el Shandong—se encuentran también navegando en aguas del mar del Sur de China, según el diario oficialista Global Times.

El Ministerio de Exteriores chino ha condenado la visita en un extenso comunicado, por enviar “un mensaje erróneo sobre la independencia de Taiwán a las fuerzas separatistas”. “Solo hay una China en el mundo, y Taiwán es parte inalienable de ella. Y el único Gobierno legítimo es el de la República Popular China”, añade el texto. El país enfatiza que el culpable del aumento de las tensiones y los desafíos en el estrecho son las autoridades taiwanesas y estadounidenses por “cambiar constantemente el statu quo”. “Completar la reunificación de la patria es una aspiración común de los 1.400 millones de chinos y un deber de todos los hijos chinos.”

Las redes sociales de la nación más poblada del planeta están plagadas de mensajes nacionalistas. Este martes, circulan en ellas infinidad de vídeos y fotos de vehículos del Ejército chino que están siendo trasladados a la ciudad meridional de Xiamen, situada a unos 300 kilómetros frente a Taiwán, y donde se ubica una base militar.

En Washington, John Kirby, coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha reiterado este martes el mensaje oficial que Estados Unidos viene repitiendo estos días, después de que el jueves pasado Biden y Xi mantuvieran una llamada telefónica con la tensión del viaje de Pelosi de fondo. Kirby entró en directo en las cadenas de noticias más importantes para subrayar que la visita “no supone ninguna violación o problemas de soberanía”. En la CNN se reafirmó en el apoyo de “la política de una sola China”. En gran medida, el empecinamiento de Pelosi ha aguado un día grande en la política exterior de la Administración de Biden. Hoy tocaba celebrar el exitoso ataque que acabó en Kabul durante el fin de semana con el terrorista más buscado, el líder de Al Qaeda Ayman Al Zawahiri, en lugar de hablar sobre el avispero de las relaciones con China.

Un grupo de 25 legisladores de ambos partidos, con Mitch McConnell, líder republicano en el Senado, a la cabeza, ha demostrado desde el Capitolio su apoyo a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, la segunda en su puesto en hacerlo desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich viajó a Taiwán. Entonces, las autoridades chinas, que estaban listas para dar la bienvenida a Hong Kong después de 157 años de Gobierno británico, optaron por tragarse su enfado.

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Para recibir a la delegación de congresistas se ha proyectado en la fachada del Taipei 101, el edificio más alto de Taiwán, el mensaje en chino y en inglés “Presidenta Pelosi, bienvenida a Taiwán. Gracias. TW quiere a EE UU”, según ha retransmitido en directo la cadena de televisión TVBS.

La política demócrata, con fama de ingobernable y conocida por su dureza ante el régimen chino, se reunirá en la mañana del miércoles con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, un encuentro que no desean los líderes chinos. Por la tarde, la legisladora de 82 años planea reunirse con un grupo de activistas muy crítico con el historial de China en materia de derechos humanos.

Simpatizantes de Nancy Pelosi sostienen carteles de bienvenida a la presidenta frente al hotel donde se hospedará, este martes.

Simpatizantes de Nancy Pelosi sostienen carteles de bienvenida a la presidenta frente al hotel donde se hospedará, este martes.

CHIANGYING-YING (AP)

El Ministerio de Defensa taiwanés ha asegurado en un comunicado estar al tanto de todas las actividades militares en las inmediaciones del territorio. Asimismo, han expresado que cuentan con la “determinación, capacidad y confianza” para garantizar la seguridad nacional de Taiwán. Según informa la agencia oficial de noticias CNA, la isla ha aumentado su nivel de alerta para el combate hasta el jueves al mediodía, y las autoridades no descartan declarar una “emergencia” en los próximos días, “dependiendo del nivel de amenaza que suponga el Ejército chino”. El aeropuerto internacional Taoyuan de Taipéi aumentó también este martes su nivel de seguridad después de recibir una amenaza de bomba, informó CNA.

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, con el ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, a su llegada este martes al aeropuerto de Songshan en Taipéi (Taiwán).

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, con el ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, a su llegada este martes al aeropuerto de Songshan en Taipéi (Taiwán).

TAIWAN MINISTRY OF FOREIGN AFFAI (EFE)

Una portavoz del Ministerio de Exteriores de China ha enfatizado que el actual escenario de tensión se debe única y exclusivamente a las acciones de Estados Unidos: “El mundo puede apreciar claramente que Estados Unidos está provocando con el fin de aumentar la tensión en el estrecho de Taiwán”. El propio presidente chino, Xi Jinping, alertó el jueves a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en una llamada telefónica, de que el viaje de Pelosi equivaldría a “jugar con fuego”.

¿Puede China invadir Taiwán?

A la pregunta de si la respuesta de China incluirá medidas diplomáticas o militares, la portavoz se limitó a decir que “la parte estadounidense definitivamente asumirá la responsabilidad y pagará el precio por dañar la soberanía y los intereses de seguridad de China”. El Ministerio de Defensa chino ya expresó la semana pasada, incluso antes de la conversación entre los dos mandatarios, que el Ejército Popular de Liberación “no se quedará de brazos cruzados” si se produce la visita.

Las relaciones diplomáticas entre China y el resto de los países se basan en el principio de Una Sola China, expresión que implica que solo existe una China y que esta incluye Taiwán, donde se refugiaron las tropas nacionalistas después de ser derrotadas en la guerra civil por el ejército comunista en 1949. Una de las grandes preocupaciones de Pekín es que el viaje de Pelosi genere un efecto dominó que abra la puerta a otros líderes mundiales a visitar Taiwán, lo que se entiende como una muestra de apoyo a la independencia de la isla. China ya ha obtenido, sin embargo, la “solidaridad absoluta” de Rusia. En su rueda de prensa diaria, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, definió como una “pura provocación” la posible visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a Taiwán.

El primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang, expresó este martes que la isla “da una cálida bienvenida” a todos los invitados extranjeros y que “organizaría todos los preparativos” necesarios. El Consejo de Agricultura de Taiwán ha anunciado que China ha detenido temporalmente las importaciones de más de un centenar de productos de múltiples empresas de alimentación taiwanesas, una medida que se interpreta como la primera represalia por la publicitada visita.

El avión de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense despegó esta mañana de Kuala Lumpur, la capital de Malasia, la segunda parada de su itinerario, después de visitar Singapur. Oficialmente, también irá a Corea del Sur y Japón. La veterana legisladora es conocida por su firme postura contra el Partido Comunista de China: en 1991, Pelosi desplegó una pancarta en la plaza de Tiananmén de Pekín para conmemorar a las víctimas de la masacre, dos años después de que se produjese. Además, se ha reunido con disidentes chinos y con el Dalai Lama, el líder espiritual tibetano en el exilio, y ha expresado su apoyo a las protestas a favor de la democracia en Hong Kong.