Juan Manuel López García.
Emanuel Kant, el filósofo de Koegnisberg, creador de los imperativos categóricos, un doctrinista de cepa en materia de filosofía moral y en la ciencia jurídica, exhortaba a obrar de tal manera que sus normas de conducta fueran ejemplo para seguir por los demás; el ilustre alemán agregaba: “Que tu conducta sea norma de universal observancia”
Hasta aquí todo bien. El problema inicia cuando tenemos que establecer juicios morales para decidir que está bien y que está mal. Entramos a terrenos fangosos. La moral es un conjunto de normas de conducta que permiten discernir entre lo bueno y lo malo, a diferencia de las normas legales que a través del derecho nos llevan a practicar la ciencia de lo bueno y lo justo. Lo amoral, es lo que está al margen de la moral y lo inmoral es precisamente lo contrario a lo moral, es decir los actos que una recta razón nos sugiere que algo está bien o algo no está bien.
Por ejemplo, todos entendemos que matar, robar, traicionar, mentir, es algo que no está bien éticamente y hacer lo contrario es una conducta absolutamente inmoral.
El jueves López en uso de sus facultades nombró como ministro a Lenia Batres Guadarrama, primera designada directamente por el presidente, a partir del actual procedimiento para la designación de ministros que deriva de la reforma constitucional del 31 de diciembre de 1994, queda claro que de las reprobadas por el Senado es, sin duda alguna, la que garantiza, sin ningún pudor, defender las ideas de AMLO y de Morena en la SCJN, no obstante que muchas de ellas sean inconstitucionales.
En su comparecencia en el Senado plasmó ideas que lamentablemente indican que así será su actuar, lo que diga López Obrador es sagrado. Con lo primero que abrió, salió con que los ministros no tienen justificación para ganar más que el presidente, olvidando que cualquier empleado percibe no solo su salario nominal, sino que además este se integra con todas las prestaciones adicionales que le otorga el Patrón, en este caso el Estado Mexicano, y eso incluye, además de su salario las prestaciones que en especie percibe el presidente y su pareja, como es el vivir en Palacio Nacional, alimentación, clínica particular, etc. Por ello no debe opinar, sin estudiar el caso sobre el que se pronunciará en cada asunto. El hecho que haya emitido opiniones sobre asuntos que le tocará resolver implica que deberá abstenerse de votar cuando le asignen estos en la Corte, además ella litigaba los temas de la presidencia, entonces era parte de esos asuntos, donde destacó por la pésima redacción de sus escritos los cuales carecen de adecuada fundamentación y motivación.
Siguiendo las ideas del mandatario López declaró que los ministros deben ser nombrados en elección popular, aunque ella fue electa por dedazo y mantiene un claro sofisma de que “debe revisarse también la supremacía actual del Poder Judicial; es decir, la última palabra que conserva le interpretación de la norma constitucional para trasladar temas de interpretación netamente política o de notorio contraste filosófico hacia los órganos representativos del Estado, para que la interpretación judicial sea aquella que no distorsione la comprensión básica de cada derecho”. Esta pretende que la Corte avale leyes y actos inconstitucionales simplemente por ser emitidos por el Congreso de la Unión, pretende poner límites en el alcance de sus interpretaciones, señala que: “el Poder Judicial se ha distinguido por avalar temas ominosos para el pueblo mexicano, reforma energética, reforma educativa, reforma laboral y, sigue una larga lista que hasta la fecha podemos remitir a la devolución o a la no devolución del dinero de 13 fideicomisos para apoyar a las personas damnificadas en el estado de Guerrero”. Luego entonces, el Poder Judicial, a juicio de la nueva ministra amlista, no debe tutelar la constitucionalidad de las leyes, simplemente porque las leyes de AMLO, son sagradas y por ende nadie debe, ni puede analizar su constitucionalidad, en el expreso caso de la Reforma energética, claro que el paquete de leyes presentado por el presidente es inconstitucional y dudo que ella lo sepa por su nivel escaso de estudios constitucionales. ¿En el caso de los fideicomisos del Poder Judicial avala el robo de los mismos a pesar de que ahí hay dinero de los trabajadores? ¿Vale más el populismo que el estudio constitucional de las leyes promulgadas por el Congreso de la Unión sea quien sea el partido que gobierne?
Quiere que los integrantes del Poder Judicial se sometan a control administrativo como la rendición de cuentas y la transparencia, sanciones por rezago en sus resoluciones, control político como la presentación de comparecencias o informes, podría alguien avisarle que eso es competencia del Consejo de la Judicatura.
Su moral es errabunda de la nueva Ministra, que no pagó las rentas de un departamento donde vivió acá en la Ciudad de México y pretendió apropiarse del inmueble. Además organizaba fiestas donde había excesos de alcohol y drogas. Ello narrado por Claudia Ochoa en El Universal en el mes de octubre del 2022.
En el caso de su nombramiento, fue claro porque algunos morenistas cabildeados por Martin Batres, pidieron al Palacio Nacional que querían de última hora a Lenia Batres, y fue así como López dio la orden a Monreal y éste ya no construyó el acuerdo que tenía para nombrar a dos magissrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, porque obvio no le interesa al mandamás del palacio la existencia del Tribunal Electoral. Dante hizo caso del llamado presidencial y se retiró sin apoyar el nombramiento de la nueva ministra, cuya nombramiento y responsabilidad es únicamente de López quien se salió con la suya de ingresar otro florerote en la Corte.
Jugadas de la Vida.
En México el tren Maya no está terminado, consta nada más de seis vagones, en el 2023 no van ni a la mitad y ya gastaron el triple de dinero, tampoco la refinería refina y el AIFA no es nji el 50% de lo ofrecido, ninguno de los proyectos del presidente López Obrador van a funcionar, ni estando terminados.
X: Juanmalogar