EL PAÍS
RODRIGO SORIANO
México. El productor argentino de moda, Bizarrap, acostumbrado a unir sus ritmos electrónicos junto a artistas urbanos exitosos de distintos puntos del mapa, ha puesto este miércoles su foco en México por tercera ocasión. Para su BZRP Music Sessions #55, el productor ha contado con la colaboración de Peso Pluma, el máximo exponente actual de los corridos tumbados. El tema es el último de sus sesiones musicales, en las que él pone las bases musicales y los cantantes invitados lanzan sus letras. Esta vez, los ritmos mexicanos han absorbido a los clásicos electrónicos de Bizarrap, que han quedado en un segundo plano durante los tres minutos de canción.
Los versos del tema evocan a las letras de Peso Pluma, habituado a hablar de momentos de hedonismo, dinero y fama: “Y nos verán pistear [salir de fiesta]. Pura cadena gruesa y las plebitas [chicas] son del Instagram. Diamantón llevo en mi glock [pistola]…”. El tema, que podría ser uno más del repertorio original del cantante mexicano, está enmarcado en el éxito exponencial de los corridos tumbados, el subgénero musical que ha entrado de lleno a los primeros puestos de las listas musicales de referencia. En esta ocasión, las bases electrónicas a las que acostumbra el productor argentino han quedado en un segundo plano, ocupando tan solo el último de los minutos de la canción.
Hace un año y medio, Hassan Kabande (el nombre real del cantante mexicano) pasaba casi desapercibido en el panorama. La dinámica comenzó a cambiar cuando publicó El Belicón, un corrido caracterizado por las letras bélicas y los rasgueos de guitarra. Los tintes bélicos se reflejan en la sesión con los disparos que simula el productor, y con esa referencia a las armas.
Peso Pluma ha llegado a ponerse varias veces en el número uno de Spotify y Billboard con Ella Baila Sola, un tema en colaboración con la banda Eslabón Armado. Ahora, el músico de Zapopan (Jalisco) ha remarcado su nombre cómodamente en el panorama global, un hecho que queda respaldado con esta última colaboración junto a Bizarrap. En la letra de la canción, Peso Pluma también recuerda el nombre de Sinaloa, de donde es parte de su familia: “Y ahora me voy para LA [Los Ángeles], pa’ Sinaloa me voy también”.
La visión de Gonzalo Julián Conde, Bizarrap, vuelve a aprovechar el momento para lanzar las colaboraciones. En enero publicó una sesión junto a Shakira. La artista colombiana vivía entonces los primeros instantes de su ruptura sentimental con el exfutbolista Gerard Piqué. Él puso la base, ella, la letra: “Entendí que no es culpa mía que te critiquen, yo solo hago música, perdón que te salpique”. En la última palabra, lanzaba la referencia al apellido del deportista con una pequeña pausa entre sílabas “sal” “pique”.
No fue un caso aislado. Otro ejemplo fue la colaboración junto Quevedo, el pasado mes de agosto, cuando el cantante canario iba abriéndose poco a poco paso en el panorama. La unión se materializó en el Quédate (la BZRP Music Sessions Vol. 52), un tema que fue un éxito rotundo en las listas casi desde el primer minuto. Ahora, y junto a Peso Pluma, el productor argentino aprovecha el éxito exponencial del cantante —con varios temas en lo alto de las listas globales— y de la música regional mexicana. El tema no pasaba desapercibido antes de salir. “¡Compa, esto se va a descontrolar!”, advertía la cuenta de Spotify México a través de las redes.
El nombre de Hassan Kabande se suma ahora al de los otros dos artistas mexicanos que colaboraron anteriormente con Bizarrap, los raperos Alemán y Snow Tha Product. Peso Pluma ha estado en el ojo de la controversia en México, por las referencias a la violencia y al narcotráfico en sus canciones. Un ejemplo de ello fue su concierto en el aniversario de Culiacán, en octubre, en el que se proyectó una imagen gigante de El Chapo mientras cantaba Siempre pendientes. El músico defendió desde entonces que su equipo no se encargó de esa proyección. “Me trataron de embarrar ahí”, contaba en entrevista con el empresario Pepe Garza.
La polémica también ha marcado al subgénero del regional mexicano. La variante nació en 2019, con el lanzamiento del álbum de Natanael Cano Corridos Tumbados. Trató de amoldarse al panorama actual mezclando los ritmos tradicionales de los corridos con las influencias de géneros urbanos como el reguetón o el rap, que marcan la tendencia de los éxitos. Peso Pluma defendía en entrevista con este diario que México está dando una época dorada en la música urbana: “Hemos llegado para quedarnos […] Estamos poniendo el nombre de México en alto”.