50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN CHILE
EL PAÍS
ROCÍO MONTESPABLO FERRI
Santiago de Chile / México. De visita oficial en Chile, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha comparecido con su homólogo, el presidente Gabriel Boric, para refrendar los lazos que unen a ambos países. Ambos han ofrecido sendos discursos en Santiago, con motivo de los 50 años del golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Allende, comandado por Augusto Pinochet. Boric y López Obrador se han dedicado palabras cariñosas, mientras aguardan los actos oficiales del lunes.
El presidente chileno ha recordado el papel de la embajada de México en Chile tras el golpe de Estado, que brindó refugio a perseguidos, como la misma familia de Salvador Allende, y en especial la valentía del embajador Gonzalo Martínez Corbalá. Boric ha recordado que López Obrador no suele viajar fuera de México, por lo que ha agradecido “profundamente que haya decidido acompañarnos en esta fecha tan simbólica para nosotros”. De hecho, este es el primer viaje del mandatario mexicano a Sudamérica, después de sus giras Estados Unidos y Centroamérica, en años pasados.
“Las historias de nuestros países están entrelazadas, cruzadas por grandes gestos de solidaridad”, ha dicho Boric, “pero nuestros vínculos tienen también que ver con el presente y el futuro”, ha asegurado el mandatario, en relación con el amplio campo de cooperación que existe entre ambos países en diversos ámbitos.
López Obrador ha iniciado su discurso recordando sus años en la facultad de Ciencias Políticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Durante el primer semestre de la carrera, me tocó enfrentar lo terrible que fue el golpe militar en Chile. El maestro Raúl Olmedo, marxista, nos propuso un análisis del proceso chileno. Revisamos el texto, El Estado y la revolución, de Lenin. Y con ese marco vislumbramos la terrible posibilidad de un golpe de Estado que se consumó el 11 de septiembre, hace 50 años”.
“Me impactó mucho, me marcó. El presidente Salvador Allende, que, todavía con su ejemplo, es el dirigente extranjero que más admiro, quien más sentimientos me genera”, ha dicho el presidente mexicano. “Fue un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas. Se decía en aquel tiempo, hablando precisamente del presidente Allende, que ser joven y no revolucionario, era una contracción. Pero ser revolucionario no necesariamente indica tomar las armas. Allende eligió un camino diferente, aun cuando muchos opinaban que solo mediante las armas podría mantenerse en la presidencia”, ha añadido.
El mandatario mexicano ha aprovechado el discurso para reivindicar su mandato. “La estrategia política que seguimos, y nos da buenos resultados, se puede resumir en la frase, por el bien de todos, primero los pobres. Es un timbre de orgullo, constatar que a pesar de la pandemia, hemos podido reducir la pobreza. Y también, algo muy importante, hemos logrado reducir la desigualdad, como no había ocurrido en décadas. Pero además del humanismo que implica esta política, debemos tener presente que atender a los más pobres, los desposeídos, los humillados, es también tener la certeza del apoyo de muchos, para transformar la realidad de opresión”, ha dicho.
Para Boric, la visita de Lopez Obrador a Chile “muestra concretamente la historia que une a ambos países y de su compromiso con el fortalecimiento de la democracia de América Latina”. El presidente Boric ha hablado en estos términos horas después de que el Palacio de La Moneda fuera atacado por un grupo de hombres encapuchados, que rompieron seis ventanales, rayaron murallas y provocaron destrozos en el Centro Cultural Palacio de La Moneda. Lo hicieron en el marco de una marcha que se realiza cada 11 de septiembre al Cementerio General.
López Obrador es el primer presidente que ha llegado a Chile, la noche del sábado. Este domingo han arribado a el primer ministro de Portugal, António Costa, y por la tarde lo harán los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro, de Uruguay, Luis Lacalle, y de Bolivia, Luis Arce. Por motivos de agenda, no llegará el presidente argentino, Alberto Fernández.