EL PAÍS
CARLOS S. MALDONADO
El Colegio San Ildefonso de Ciudad de México presenta desde este viernes una monumental exposición que reúne la obra del pintor oaxaqueño Sergio Hernández, uno de los mayores exponentes del arte moderno mexicano. Esta exhibición es la más importante y completa mostrada hasta ahora en México, e incluye piezas inéditas del creador originario de Huajapan de León, integrante de la llamada Escuela oaxaqueña de pintura, de la que él y Francisco Toledo están entre sus principales exponentes. Se trata de una muestra de 143 obras que son un viaje por el universo místico de Hernández, su pasión por la mitología y la historia trágica y épica de su país, pero también su amor por la naturaleza, una reflexión sobre su resiliencia a pesar de la destrucción a la que la somete el ser humano.
La exposición estará abierta al público desde el viernes y hasta finales de enero y cuenta con un recorrido por siete salas de este hermoso edificio del virreinato, uno de los palacios más impresionantes del centro histórico de Ciudad de México, obra de la misión de la Compañía de Jesús tras la conquista española. La exhibición está dividida en cuatro secciones, que son una muestra de las etapas creativas de Hernández. Inicia con Historia, una presentación de los códices precolombinos y de después de la llegada de los españoles que interpreta la visión mística de los habitantes de lo que más tarde se conocería como la Nueva España, así como el proceso de conquista y el nacimiento de una nueva cultura mestiza. En esta sección está también su colección de obras sobre Benito Juárez, personaje adorado de la política mexicana, renovador, cuya figura es usada por todos los políticos de México. Hernández presenta una visión crítica y hasta cómica de Juárez, figura omnipresente, de la que “está en el imaginario de los políticos. Es un personaje real, pero también es una fantasía de la política”.
Las otras secciones de la exposición incluyen Universos, que muestran sus paisajes nocturnos y obras creadas para recrear su visión del mundo, sus sueños y anhelos. Está también Mitología y Naturaleza, que es el homenaje del pintor a un ambiente que muere de forma acelerada por la mano del ser humano. Porque Hernández se define como un “pesimista” y lamenta no solo esa destrucción a la naturaleza, sino la violencia que golpea a los habitantes de su país, pero también a las decenas de miles de migrantes que recorren todos los días México en busca de un sueño que no alcanzan. “Parece que estamos con el ‘síndrome de Peter Pan’, que nos deja una moraleja: muchos seres humanos somos niños todavía, porque no luchamos por nuestra libertad”, ha explicado Hernández este miércoles durante una visita guiada para periodistas. “Este país está en vilo”, ha agregado. “En este país estamos decapitados, vivimos una violencia que no conocíamos. Hay muerte, muerte de migrantes. Es un drama. La violencia se nos ha hecho natural”. Una visión pesimista que el autor explicó de esta manera en una entrevista con EL PAÍS: “En el mundo, la gente ya no quiere verdades, quiere mentiras”.
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Mural de Sergio Hernández en Ciudad de México | EL PAÍS
Mural de Sergio Hernández en Ciudad de México | EL PAÍS
Recorrido por la exposición del pintor Sergio Hernández.
Foto: NADYA MURILLO | Vídeo: CORTESÍA
Visitar la exposición, distribuida en 1.103 metros cuadrados en siete salas del Colegio de San Ildefonso, es sumirse en la visión particular que Hernández tiene de la historia, con sus desgarros y su épica, pero también de una actualidad dolorosa. Él cuenta, por ejemplo, que su interés por los códices de antes de la conquista inició cuando unos antropólogos lo invitaron a participar en obras del antiguo Templo Mayor, donde se encontraron valiosos documentos que le despertaron el interés por esa parte importante de la historia mexicana, un momento de su creación lleno de misticismo, de colores, de una pasión por lo que fue México antes del encuentro europeo. “La asombrosa creatividad de Sergio Hernández traduce los mitos a un impresionante imaginario plástico. Sus versiones del mito del salvaje europeo son fascinantes, pues crea una multitud de personajes y símbolos pictóricos que viven en un mundo maravilloso, aunque aterrador”, ha explicado el antropólogo mexicano Roger Bartra, cuya obra ha influido en el trabajo de Hernández.
Las obras que incluyen esta exhibición son monumentales, ocupan grandes espacios en los salones coloniales del San Ildefonso y son una muestra la maestría lograda por los pintores oaxaqueños dentro de las artes plásticas mexicanas. “El artista conserva la imaginación fértil, así como la ingenuidad y libertad expresiva y las armoniza con técnicas refinadas y un espíritu de constante renovación; el resultado es un lenguaje y estilo inconfundible, guiado de un fuerte sentido de la composición figurativa”, explican los curadores de la exposición. “Su obra está vinculada a las tendencias artísticas más innovadoras del arte contemporáneo; en ella se puede encontrar, por lo mismo, la esencia del arte oaxaqueño y sus elementos y valores más profundos”, ha agregado. La exhibición estará abierta hasta el 28 de enero y es una oportunidad para apreciar a uno de los artistas vivos más representativos del arte mexicano.