La saxofonista Elena Ríos acusó a Tenoch Huerta de ‘stealthing’, que es el acto de quitarse el condón sin avisar, lo cual acusó es un delito.
Grupo REFORMA
Cd. de México. “He recibido amenazas de quemarme con ácido por parte de fanáticos de los personajes que ha interpretado en el medio audiovisual. A ellos les digo yo no quiero ni dinero ni fama. Lo único que quiero es que estas violencias cesen y poder vivir en paz”.
Elena Ríos acusó a través de un comunicado a Tenoch Huerta de ‘stealthing’, que es el acto de quitarse el condón sin avisar, lo que, señaló, es un delito y una agresión sexual.
“Los actos consensuados en un inicio no determinan que sigan siéndolo todo el tiempo porque el quitarse el condón sin avisar, es un delito de agresión sexual y en inglés se le conoce como ‘stealthing'”, dice el comunicado que compartió en su cuenta de Twitter.
Aunque en algunos países como Estados Unidos el ‘stealthing’ es tipificado como un delito, en México apenas hay una iniciativa legal presentada desde el año pasado por Ana Laura Valenzuela Sánchez, diputada federal del PAN, para incluir esa acción como un delito en el artículo 260 del Código Penal Federal.
La activista despertó las alertas hace unos días cuando acusó, por la misma vía, al actor por primera vez de agredirla sexualmente y de ser un depredador sexual.
A raíz de ello, compartió que varias de sus compañeras se acercaron a ella para compartirle sus historias donde reveló que el actor de Güeros ejerce desde hace años y de manera normal una manera particular de relacionarse con mujeres.
“Buscar a mujeres vulnerables emocionalmente. Hacerlas sentir admiradas. Enamorarlas. Ganarse su confianza. Utilizarlas como trofeo sexual. De forma abrupta dejar de comunicarse y desaparecer. En ocasiones volver a buscarlas pero solamente para tener sexo. Desatenderse y no hacerse responsable emocionalmente para después victimizarse, si lo buscan para aclarar las cosas”, enumeró Ríos en lo que llamó el modus operandi.
La instrumentista también arremetió contra el Colectivo Poder Prieto, del cual forma parte Huerta, por encubrirlo y funcionar como lo que llamó una “secta”.
“A esto le antecede una secta, que en apariencia funge como un Colectivo, pero que se ha apropiado de un discurso antirracista para reunir un capital de seguidores y obtener fines personales de nombre Poder Prieto, el cual lo protege y lo seguirá haciendo porque son las únicas personas que lo pueden respaldar en sus dichos”, señaló.
Incluso, relató que dentro del mismo colectivo las mujeres que lo integran saben la situación y normalizan las acciones del actor de Black Panther, y dio a conocer conversaciones que tuvo con algunas de ellas.
“Así es, es muy idiota pero está tratando de deconstruirse, me consta”, reconoció una de las actrices fundadoras frente a Elena.
“Te escucho y me escucho a mí, yo también pasé por lo mismo pero no me afectó tanto porque yo no me enamoré y entendí que era un acostón”, le confió otra colaboradora del colectivo.
Ríos, quien fue sobreviviente a un intento de feminicidio en grado de tentativa con ácido sulfúrico, dijo que el histrión trata de intimidarla haciendo alusión a que contrató a un equipo legal para proteger su reputación y que en el comunicado que Tenoch emitió hace unos días diciendo que la relación que sostuvieron fue consensuada y que los problemas vinieron al término de la relación, pretende hacerla ver como una mujer despechada.
“La vía civil concilia las partes y desafortunadamente las violencias que recibí y sigo recibiendo de su parte, en México aún no son reconocidas y mucho menos legisladas como en otros países”, menciona Elena en su escrito.
Contó que cuando trato de reinsertarse en la sociedad, después del ataque con ácido que vivió, conoció a Tenoch en 2021, en un foro de ‘El primer Festival Prieto’, pero no fue hasta el 30 de marzo del 2022, que viajaron juntos a Felipe Carrillo Puerto para un encuentro de colectivos pro derechos humanos, que él empezó a cortejarla.
“Tenoch para victimizarse y confundirme ejerció y sigue ejerciendo sobre mí ‘Gaslighting’ (un patrón de abuso emocional en el que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria) y Pity Play (actitud que utiliza la persona maltratadora para distorsionar la verdadera historia y mostrarse como la parte dañada y así culpabilizar a la otra parte) en donde surgió el efecto del ‘mono volador’, término utilizado en psicología para referirse a quien ayuda al agresor a atacar a la víctima y hacerla sentir culpable.
“Eso me hicieron y tengo pruebas de ello, es decir, toda la violencia que integrantes de Poder Prieto ejercieron hacia mí para proteger a Tenoch y es por esa situación que meses después me llevó a salir de ese colectivo”, afirmó.