EL PAÍS
Rescate de cuatros niños desaparecidos por 40 días en la selva colombiana después de un accidente de avioneta en Guaviare. 9 de junio de 2023.
JUAN DIEGO QUESADA
09 JUN 2023 – Los cuatro hermanos perdidos durante 40 días en la selva colombiana han sido encontrados con vida, según ha confirmado el presidente Gustavo Petro. Los niños se encuentran en buen estado de salud pese a los peligros que enfrentaban en esa frondosa selva amazónica llena de jaguares y serpientes venenosas. Lo más llamativo ha sido la supervivencia en condiciones extremas del bebé, que cumplió un año de edad mientras las autoridades los buscaban. En mitad de su odisea, encontraron un perro que les hizo compañía.
“Una alegría para todo el país. Aparecieron con vida los cuatro niños que estaban perdidos hace 40 días en la selva colombiana”, tuiteó el presidente recién llegado de La Habana, donde acaba de firmar el alto el fuego con el ELN. Adjuntó una fotografía que servía como prueba de vida de los hermanos. En otra imagen que está dando la vuelta a mundo, los chicos aparecen rodeados por los militares que los encontraron y envueltos en mantas térmicas. Uno de los militares carga el bebé en brazos.
Los niños se llaman Lesly Jacobo Bonbaire (13 años), Solecni Ranoque Mucutuy (nueve años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (cuatro años) y Cristian Neryman Ranoque Mucutuy (1 año). El 1 de mayo, la avioneta en la que viajaban junto a tres adultos, entre ellos la madre, cayó al vacío en mitad de la selva amazónica, sobre el río Apaporis. El piloto avisó a la torre de control de un fallo del motor antes de perder altura de forma brusca, tiempo en el que trató de amerizar en el río, pero se quedó sin tiempo y se estrelló contra unos árboles.
No se supo más de todos los ocupantes hasta el día 17, cuando unos rastreadores indígenas encontraron la avioneta siniestrada. Dentro, los cadáveres de los tres adultos, pero ni rastro de los niños. Enseres y ropa que se encontraron en los alrededores dio esperanzas a las autoridades de que los niños se encontraran con vida. Desde ese día, Petro dio la orden de que un gran dispositivo militar, en cooperación con comunidades indígenas, encontraran a los niños como fuese.
“Hoy hemos tenido un día mágico, lleno de alegrías. Nos acercamos a tocar la paz, en el acuerdo que avanza con el ELN”, dijo Petro. “Y ahora regreso y la primera noticia es que efectivamente las comunidades indígenas que estuvieron en la búsqueda y las fuerzas militares, conjuntamente, encontraron a los niños 40 días después. Estaban solos. Ellos mismos lograron un ejemplo de sobrevivencia total. Quedará en la historia, así que esos niños son hoy los niños de la paz y los niños de Colombia”.
Los niños reciben en estos momentos atención médica en San José del Guaviare, la ciudad más cercana. Después serán trasladados a Bogotá o Villavicencio, según lo que dictaminen los doctores. El presidente tratará mañana de hablar con ellos. “Cumple mi hija 15 años, así que es un buen regalo para mi hija y un buen regalo para Colombia”, dijo.
La nación había perdido la esperanza de encontrarlos con vida después de tantos días. Cada jornada sin resultados era un mazazo. Sin embargo, el comandante Pedro Sánchez, encargado de la búsqueda, no perdía la esperanza.
—Comandante, ya han pasado 39 días de la desaparición. Los niños han superado al aviador que fue encontrado 35 días después de su accidente en la selva brasileña. ¿Sigue habiendo esperanza? —, le preguntó ayer este periódico.
—Sí —, contestó Sánchez. Ellos son indígenas.
—Cierto, tienen mayor aguante. Oremos.
—Amén.
Los niños viajaban para encontrarse con su padre, que había huido de Araraucara, donde vivía toda la familia. Manuel Ranoque había sido amenazado de muerte por uno de los grupos guerrilleros que hay en esa zona selvática y se refugió en la ciudad de Villavicencio. Su desaparición fue un misterio que no se evaporó hasta que llamó semanas después a su casa y pidió a todos que fueran a su encuentro. Su esposa, Magdalena Mucutuy, y sus cuatro hijos subieron con ese propósito a la Cessna 206, matrícula HK 2803, pilotada por un hombre que antes había sido taxista. Les esperaba una nueva vida.