Tejedores de Arte son los nativos de Teotitlán del Valle


Por: Lucio Gopar. Fotos: Omar Maya Calvo/Angel Pérez.

A diario las agencias de viajes y empresas que organizan tours incluyen en una de sus rutas, ir a conocer el pueblo zapoteca de Teotitlán del Valle. Y es que recorrer su colorido pueblo, apreciar el atuendo de las mujeres con sus mandiles, sus rebozos y su peinado con trenzas enredadas para lucir en su cabeza, hace interesante verlas y es muy atractivo para los visitantes, el poder apreciar sus artesanías, el talento que queda manifiesto en cada uno de sus tapetes y todo el conjunto de elementos, que conforman este lugar, te ubica con todos tus sentidos en una tierra mágica.





Fue en 1530 que el clérigo Juan Zárate de López, enseñó a los oriundos de Teotitlán del Valle a tejer la lana, esto aunado a su necesidad de producir para comercializar hizo que fueran perfeccionando cada vez más la belleza de sus diseños y logrando complicados tejidos, teniendo la habilidad de que pueden usar el telar de pedal, a la vez que van utilizando sus manos para ir intercalando los hilos de diferentes colores, para ir haciendo las figuras que quedarán grabadas en los tapetes. Es este el arte que tienen, mismo que se ha ido heredando entre diferentes generaciones, conservando aún su elaboración a base de lana de borrego, que se tiñe con colorantes naturales obtenidos de plantas y animales, como la grana cochinilla y las cascaras de frutas como la nuez o la granada.

Fue este, el primer pueblo que fundaron los zapotecos en el año de 1465 y le llamaban Xaquija, que quiere decir: “Constelación Celeste”. Según la investigación de Manuel Martínez Gracida, existió una roca cortada perpendicularmente llamada “Piedra del Sol”, sobre la cual estaba el ídolo principal de los zapotecas, quienes suponían que dicho Dios había venido del cielo en forma de ave, acompañado de una luminosa constelación, por lo que le dieron al templo el nombre de Xaquija. Teotitlán también viene de la lengua náhuatl –Teocaltitlan- que significa “tierra de dioses”.

Los títulos primordiales le fueron expedidos por el Gobierno Colonial en el año de 1527. Se rumora que los padres de Agustín Melgar, uno de los Niños Héroes que murió heroicamente en el Castillo de Chapultepec, son originarios de este municipio, debido a un escrito hallado en el archivo municipal.

Sus principales lugares emblemáticos son: el templo erigido en honor a la Preciosa Sangre de Cristo, mismo que se construyó en el año de 1518 y el museo comunitario: “Balaa Tee Guech Gulal” que significa sombra del pueblo antiguo. En una de sus salas se exhiben objetos de cerámica que pueden ser tocados por los visitantes; la sala de artesanías muestra objetos antiguos y la explicación de los mismos; tiene una sala de bodas religiosas, en la que se describen las costumbres y tradiciones que se celebran en este tipo de ceremonias.

No te puedes perder apreciar el interior de su templo, construido en el siglo XVII sobre un centro ceremonial zapoteca, que es visible aún, en su interior las paredes están cubiertas con elegantes pinturas que simulan un inmenso palacio. Su retablo principal está dedicado a la patrona del pueblo, la Virgen de la Natividad.

De la ciudad de Oaxaca, tomando la carretera al Istmo de Tehuantepec, a tan solo 31 kilómetros se encuentra este lugar, el cual no te lo debes de perder y aprovecha para comer el mole negro zapoteco, que es un manjar, elaborado en metate y que tiene un sabor de lo más exquisito.

Héctor Mendoza uno de los Artistas Plásticos más jóvenes de Oaxaca

Muy joven descubrió su talento, lo cual es una ventaja, ya que a sus 17 años que tiene actualmente, el Artista Plástico Héctor Mendoza, tiene y una carrera de años, tiempo en el que ha podido realizar muchas obras de arte, participando con estas en exposiciones colectivas principalmente, así como en la restauración de murales, teniendo la ventaja de que por su juventud tiene derroche de energía que lo mueve a incluirse en diversos proyectos relacionados con el arte, que es su gran pasión en la vida.

Con seres oníricos, escenas fantásticas, y una paleta de tonos atrevidos, el artista plástico oaxaqueño Héctor A. Mendoza nos deleita con su nueva producción de pinturas.

El artista plástico oriundo de Santa Cruz Xoxocotlán, una vez más nos demuestra no pertenecer a la nueva, ni a la vieja escuela, si no a la alta escuela de la pintura, con maestría y dominio del color, ha trabajado nuevas series variadas en formatos y temas, siempre con los rasgos que le caracterizan su obra, es notable que el artista ha tomado una percepción distinta a los elementos que en su obra plasma, pues todos los objetos y seres cambian de sentido cuando en el lienzo aparecen.

“Mundo onírico” es la exposición colectiva dónde Mendoza, ha dado una pequeña muestra de su trabajo al público, que fue inaugurada el día 1º. de abril y estará abierta hasta el 22 de este mismo mes, en el Centro Cultural Comunitario de Teotitlán del Valle, además la exposición reúne obras de Daniel Martínez Galindo y Leonardo Martínez.

Sus antecedentes son: Nació en Santa Cruz Xoxocotlán Oaxaca, es descendiente de artesanos, desde temprana edad le llamó la atención el arte, por lo mismo, desde muy joven inició su formación primero autodidacta y luego bajo la dirección de grandes maestros de la plástica oaxaqueña, como: Nicéforo Urbieta, Melitón Lazo, Abraham Torres y Luis Torres. Ingresó en el año 2018 al taller “Rufino Tamayo” y luego al taller de artes gráficas bambú con gran disciplina ha incursionado en diferentes técnicas ha expuesto en forma colectiva en el espacio cultural “Culturántica” de Oaxaca y ha participado en la galería de artes “Selecto”, como gestor y expositor en diferentes proyectos, su obra se encuentra disponible en varias galerías de la ciudad de Oaxaca.

Actualmente el Artista nos dice, que el desafío que tiene, es competir contra él mismo, puesto que no se conforma con los logros que hasta ahora ha tenido, aunque sabe y siente que ha hecho su mejor esfuerzo y le gustan los resultados obtenidos y lo que el público le dice, lo que le hace sentirse satisfecho. Sin embargo va por más, teniendo toda una vida por delante, conociendo ya el camino, teniendo el dominio de varias técnicas, seguirá avanzando, siempre agradecido por el apoyo de su mamá que está al tanto de él, por ser hasta hoy menor de edad. Además tiene gratitud por los Maestros Artistas con quienes se rodea y que le dan la confianza y el trato, que le pueden dar a cualquier Artista Plástico con una larga trayectoria y es ese trato el que le ayuda a sentirse seguro y firme en cada paso y cada decisión que realiza, en este mundo del arte, en donde Oaxaca tiene un lugar muy privilegiado, que a la vez representa un reto más fuerte por qué hay que cuidar el prestigio logrado por las grandes leyendas, cómo Rufino Tamayo y Toledo, conocidos internacionalmente y joyas de Oaxaca dentro de sus hombres ilustres.

Héctor Mendoza (WhatsApp 9513571630 Facebook: Héctor A. Mendoza) se enfoca ahora a su próxima creación de arte, en dónde experimentará nuevos sentimientos que quedarán plasmados en su obra. Orgulloso de tener por parte de uno de sus abuelos sangre zapoteca por ser nativo de Teotitlán del Valle, el joven Artista dice que heredó esa cultura por lo que su cosmovisión es de gran riqueza que lo hace un ser especial y eso lo estará expresando a través de su obra.