Por: Lucio Gopar. Fotos: Omar Maya Calvo/Angel Pérez.
Para llegar a este lugar, saliendo de Salina Cruz por la carretera federal 200, encontraremos al paso un arco que anuncia el pueblo de San Pedro Huamelula, a la orilla de la carretera hay diversas cafeterías y restaurantes tipo casero, en donde cualquier persona que va de viaje, puede hacer una parada para tomar algunos alimentos y continuar su viaje rumbo a Pinotepa Nacional.
De las cosas más interesantes de este lugar son sus costumbres y tradiciones, algunas de estas muestras son los diversos grupos rituales, como los negros, los pichilingües o turcos, los cristianos, los caballeros, los mareños y las muliatas, participan a lo largo de seis días (del 24 al 29 de Junio), rememorando los acontecimientos acaecidos hace más de 500 años, cuando los españoles llegaron a estas tierras para conquistar y evangelizar a los indígenas.
Una de las fiestas más importantes se realiza el día 24 de Junio, en honor a San Pedro Apóstol, en donde los danzantes son dirigidos por dos capitanes adultos, los negros que son alrededor de 12 danzantes, entre niños y jóvenes, quienes comienzan a recolectar dinero de casa en casa por las calles de la población. Bailan gustosos al son de un tambor con su “Bonifacia”, así le llaman a una muñeca de madera, sin brazos, con un vestido color blanco, por todo el pueblo, parando a los transeúntes, para que se unan a la algarabía y bailen con esta muñeca, cobrándoles por haber bailado con ella. El recorrido culmina al atardecer, cuando los negros deciden hacer una visita a su santo patrono, en la iglesia que sobresale imponente en la cima de un cerro.
Una de las costumbres que más llaman la atención es el “Casamiento de una lagarta”, con el Presidente Municipal. La lagarta es vestida de blanco, simulando un traje de novia, con ramos de flores sujetos a su cabeza, su significado se dice es la relación simbólica entre el hombre y la naturaleza.
Este evento se realiza durante las fiestas patronales, a esta lagarta se le llama como: “La Princesa lagarto” o también es conocida como “Niña Princesa”, es un símbolo en el mundo indígena que representa a San Mateo del mar, hija del reino huave, que es ofrecida en matrimonio al señor principal del pueblo chontal de San Pedro Huamelula, en este caso el Presidente Municipal de este municipio.
Antes de la “boda”, es bautizada en el templo de San Pedro Apóstol, por los ancianos principales, despojándola de toda su bestialidad, para luego ser cargada por el capitán de la comparsa de mareños, quienes recorren las viviendas de los habitantes, mientras una banda de música tradicional va acompañando a toda la comitiva.
A la “niña lagarto”, la pasean por el pueblo; baila supuestamente con todos los habitantes de forma simbólica, al compás de las piezas musicales y es la “invitada de honor”, que cierra las fiestas patronales de San Pedro Apóstol, para pedir buenas cosechas, buena vida y benévolas lluvias en el pueblo. A la vez que se hace este recorrido, cinco grupos dancísticos también van bailando en el pueblo son: “las mulatas”, “los negros”, “los turcos”, “los huaves” y los “guardianes”. Antes de que “la princesa” ingrese al palacio municipal, dos ancianos lanzan sus atarrayas de pesca, a los cuatro puntos cardinales, pidiendo la bendición y el permiso para ofrecer en matrimonio a la princesa.
El Presidente municipal le da un beso a la lagarto, sellando así la unión, para después bailar con ella, cumpliendo con el ritual de fertilidad. Se dice que esta boda es una relación simbólica entre el hombre y la naturaleza, además de un recordatorio de la hermandad que existía entre las etnias huave y chontal.
Juan Alberto Santos Meza, un experto en proceso del café artesanal.
Cada persona tiene una pasión en la vida, por eso cuando tu emprendimiento es algo que amas, no te es tan pesado sobrellevar las adversidades, así lo ha vivido Juan Alberto Santos Meza, quien lleva más de 3 décadas en el mundo del café, estando al frente de un expendio que él creo y que ahora toda su familia lo respalda, es Café La Casita de Don Juan en Puerto Escondido.
Juan Alberto nació el 13 de Marzo de 1972 y se siente más oaxaqueño, porque la mayor parte de su vida ha radicado en Puerto Escondido, aunque él nació en el Estado de Hidalgo, curiosamente y por azahares del destino fue aquí en esta Ciudad, donde conoció a su esposa la Sra. Anita Hernández, quien también es originaria de Huejutla, Hidalgo, lugar donde nació Don Juan; o sea que su suerte ya estaba trazada, para formar una bella familia.
De la Montaña a tu mesa, así es la forma de facilitarnos el café en nuestros hogares, es la labor del Señor Juan Alberto Santos Meza, quien ha sabido mantener su expendio de café en Puerto Escondido, dedicándose de lleno a las selecciones de los granos idóneos, en municipios cercanos a la Costa, por cierto todos ellos poseedores de la -Denominación de Origen como Café tipo Pluma- para después tostarlo y luego molerlo, lo cual lo realiza cuando ya el cliente le pide un tipo de tostado específico, mismos que ya los tiene clasificados.
Dentro de unos tipos de variedad que tienen disponibles en su expendio familiar “Café La Casita de Don Juan”, son: espresso y americano, tostado medio, oscuro, claro, mezclas especiales, así como el café con canela al gusto del cliente, llevando ya así más de 33 años trabajando en este giro.
La gente que pasa en la calle, donde se encuentra ubicado su expendio de café, al percibir el aroma del café, siempre exclaman: “qué rico huele”, ya que se percibe ese olor delicioso que llega hasta la calle por donde pasan personas de todas las edades, siendo la gran mayoría a quienes les gusta el café y aprecian esta rica esencia que despiden los granos de café y que se disfruta mucho, en el momento de pasar por la fachada del expendio de Café en Puerto Escondido; además de Don Juan Alberto, todos los miembros de la familia colaboran y se van rolando turnos, pero todos se han involucrado en el tostado y molido, así como en el envasado, venta y trato al público, todos con una amabilidad que les ha sido inculcada por el jefe de familia y su esposa Anita, quien por cierto es muy cordial y muy respetuosa.
Nos comenta el Sr. Juan Alberto, que el grado de tostado se refleja en el color de los cafés conocidos también como los aromáticos; de esta manera el tostado fuerte da como consecuencia granos negros, mientras que los tostados más suaves dan lugar a tostados de diferentes tonos de marrones.
El sabor del café va modificándose igualmente con el tueste del café, ya que en el proceso se liberan aceites aromáticos, que si se saben aprovechar convenientemente, realzan el sabor del café.
Su expendio de café, que se llama Café La Casita de Don Juan, se encuentra ubicado en la Calle Tercera Poniente No.1003, muy cerca del típico Mercado “Benito Juárez” en Puerto Escondido, en la parte alta. El teléfono del establecimiento es: 9541553149 con whatsapp, hacen envíos a cualquier ciudad. Y su Facebook es: Café “La Casita de Don Juan”.
Dice Don Juan que a medida de que pasan los años, va aprendiendo más y más, sobre este noble emprendimiento y de tanto que ha aprendido, nos pasó estos tips:
* Un tueste del café leve, va a dar lugar a un sabor suave, que conserva las características originales del café.
* Un tueste medio, va a sacar del café un sabor “redondo” y un rico aroma.
*Un tostado fuerte, construye un café fuerte y distintivo, sacando todos los aceites del café a la vez que se quema buena parte de la cafeína.
El Sr. Juan Alberto Santos Meza nos dice que le fascinan todos los lugares turísticos de Oaxaca, ya que tiene diferentes tipos de climas, tradiciones y costumbres. En general toda la Costa le gusta mucho, pero en general les recomienda que visiten las 8 Regiones de nuestra gran entidad de Oaxaca y para finalizar dice que si van a tomar café, que tomen uno que sea natural, que sea orgánico y si tiene la -denominación de origen como café tipo pluma-, (ya que fueron 30 los municipios que recibieron esta categoría), siendo de este café el que Juan Alberto vende, muchísimo mejor todavía y se nota inmediatamente por su delicioso aroma que despide y que impregna los hogares, provocando un armonioso ambiente.