Grupo REFORMA
La Perla, Veracruz(18 enero 2023).- “¡Mamá, mamá, le pegaron a Samuel!”, gritó el hermano del niño herido a Leticia Hortensia Reyes, quien escuchó el estruendo pero creyó que se trataba de un cohetón.
“Corrí, corrí a verlo, lo agarré, le busqué dónde estaba la bala; le pegaron arriba de la oreja. Al momento que lo agarré a mi pobre hijo, mi hijo se convulsionaba, se debatía entre la vida y la muerte”, cuenta la señora Leticia, madre de Samuel.
Eduardo, de diez años de edad, fue quien le disparó a Samuel. Estaba enojado porque perdió con él en las “maquinitas” ubicadas en la tienda del pueblo. Corrió a su casa, tomó la pistola que estaba sobre la mesa de la cocina y regresó con ella para disparar un tiro en la cabeza de Samuel, su compañero de primaria, un año mayor que él.
Con su hijo en brazos, Leticia pidió ayuda para llegar al Hospital Regional de Río Blanco, a 20 kilómetros de distancia, pues en La Perla, municipio veracruzano fronterizo con Puebla, con más de 29 mil habitantes, no hay un hospital.
Al llegar a la clínica, los doctores comentaron que había pocas esperanzas. Dos horas después el niño murió.
Mientras la familia de Samuel intentaba salvarle la vida, Maximino Flores y su esposa Carmen huyeron con su hijo Eduardo, el niño agresor, y el hermano de 12 años.
“Lo único que pido es que me ayuden a hacer justicia, porque mi hijo murió por culpa de los padres de ese niño que mató a mi hijo, porque es una falta de responsabilidad dejar una pistola en la mesa como si fueran cosas de comer”, reclamó la señora Leticia.
El ataúd de Samuel yacía ayer sobre la mesa donde la familia suele tomar sus alimentos en su vivienda de madera y lámina, enclavada en una de las lomas del pueblo El Tejocote, del Municipio de La Perla.
Exhibe abandono la muerte de niño
La Perla, el lugar donde Samuel de 11 años fue asesinado por su compañero de la primaria, Eduardo Sebastián, de apenas 10 años, es un municipio enclavado en la zona central montañosa de Veracruz en donde la pobreza, la deserción escolar, la carencia en servicios de salud y la violencia son cotidianos.
En esta demarcación, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sólo 79, de sus más de 29 mil pobladores, no son pobres.
Aunque datos de la Fiscalía estatal señalan que ahí no asesinaron a nadie en 2022, en lo que va del año se han reportado ya tres asesinatos además del de Samuel.
En julio de 2021 se registró el linchamiento de un presunto extorsionador quien fue calcinado; la práctica no ha sido aislada, en 2019 se reportaron tres casos de linchamiento en este municipio.
“Nos sentimos inseguros, no nos quieren apoyar con patrullas, no suben las patrullas porque dicen que El Tejocote ya está muy corrompido, por la delincuencia está muy feo, vivimos del campo, pero ya no podemos ni dejar solas las huertas porque ya andan ahí los rateros, se los roban”, contó Dulce Margarita Reyes de Jesús, tía materna de Samuel, quien tras ganar una partida en las “maquinitas”, fue ultimado por un niño.
Tras la agresión, la mamá de Samuel debió primero dirigirse a la cabecera municipal donde recibió apoyo para trasladar al niño hasta el Hospital Regional de Río Blanco, el más cercano, pero ubicado a 20 kilómetros de distancia.
Y es que, a pesar de tener 52 comunidades y más de 29 mil personas, el municipio sólo cuenta con 10 médicos y 7 unidades de consulta externa, pero ningún hospital.
En La Perla, apenas el 24 por ciento de la población terminó la primaria en una de las 42 escuelas que hay.
De acuerdo con la Conapo, sólo el 6.6 por ciento de la población tiene acceso a internet y únicamente el 1.8 tiene una computadora en su domicilio, de ahí que instalar “maquinitas” en las tiendas siga siendo negocio.
Históricamente, La Perla, donde más del 95 por ciento de pobladores vive en pobreza, ha sido gobernado por el PRI y el PAN.
Apenas en diciembre de 2021, Ruth García Meza (PAN, 2021-2024) se convirtió en la primera mujer en gobernar el municipio conformado por 51 localidades rurales y donde sólo la cabecera municipal está urbanizada.
De hecho, el Consejo Nacional de Población (Conapo) lo ubica en el lugar 22 de los municipios más marginados de la entidad.