No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
En esta vida el gran misterio del hombre es su muerte. Es un gran misterio porque nadie sabe con certeza qué hay después de la muerte.
¿Caer en el vacío, en la nada o caer en una felicidad y descanso eternos?.
Esto hace que la concepción de la muerte y el fin de nuestra vida terrenal tengan un sentido diferente.
La muerte es algo que le ocurre a los demás….
Ver morir a otros nos convence de nuestra propia mortalidad, pero mientras estemos vivos es “otra” la persona que se muere. Y esa otra persona puede ser un familiar o un amigo, y muere una parte de nosotros.
Pero también esas otras personas pueden ser unos anónimos , que al parecer no nos afectan tanto. Las guerras y la víolencia con sus numerosas muertes, nos han vuelto insensibles.
A diario vemos violencia, vemos morir y para tranquilizarnos pensamos: Esto no es conmigo.
“…La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene…”