EL PAÍS
CARMEN MORÁN BREÑA
México – 16 SEPT 2022. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto que se constituya “de inmediato” en la ONU un comité para promover el diálogo y llevar la paz a Ucrania, que debería estar integrado, ha sugerido, por el primer ministro de la India, Narendra Modi, el papa Francisco y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Ese es el plan que trasladará el canciller mexicano a la ONU para que se busque una tregua en la guerra “de al menos 5 años” avalada por un acuerdo multinacional y aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU así como el inicio de pláticas con el presidente ucranio Volodimir Zelenski y con Putin. En su discurso de celebración de la independencia mexicana ante las Fuerzas Armadas, López Obrador ha reprochado a las grandes potencias no haber hecho lo suficiente para evitar esa guerra, así como impedir a Ucrania su integración en la OTAN.
Consciente de que su propuesta puede ser desatendida o incluso rechazada por los protagonistas que ha definido para poner en marcha el diálogo hacia la paz, López Obrador ha remarcado que “suceda lo que suceda, nunca será en vano luchar por la justicia y la paz”.
El mandatario mexicano había anunciado días atrás que su tradicional discurso ante la parada militar se referiría a Ucrania. Y así ha sido. Sus reproches a “los grupos de interés posicionados en los poderes gubernamentales y económicos que han llevado a la política hacia el conflicto armado” se han extendido también hacia la ONU, a quien ha acusado de “permanecer inactiva y como borrada, presa de un formalismo e ineficacia política que la deja en un papel meramente ornamental”. No es la primera vez que López Obrador carga contra la organización internacional, sobre todo cuando desde Naciones Unidas han partido condenas hacia México por vulneraciones de los derechos humanos, por ejemplo. Con todo, el mandatario considera “más reprobable aún el proceder de las grandes potencias, que se posicionan ante el conflicto solo para servir a sus propios intereses”, ha criticado.
El discurso presidencial por las fiestas patrias se enmarca en una de las más citadas consignas del mandatario mexicano: el respeto a la soberanía de los países. “La invasión es reprobable, no aceptamos ninguna intervención extranjera, porque hemos sido víctimas de cinco, una de España, dos de Francia y dos de Estados Unidos que nos han costado sangre, martirio y territorio”. Para López Obrador, la sospecha lógica es que “esta guerra está azuzada por los intereses de la industria bélica”. “¿Cómo la OTAN le niega a Ucrania su entrada y por el otro lado le ofrecen armas y establecen sanciones contra Rusia que solo han agravado el conflicto?”, se ha preguntado. Y ha lamentado el desabasto de energía y la inflación que a raíz del conflicto está “causando perjuicio a los pueblos del mundo”, de ahí su petición de una tregua, para que la paz “permita atender los lacerantes problemas de pobreza, salud y violencia y hacer frente al fenómeno migratorio de forma humana”, ha añadido ante un presidio en el que le acompañaban, la mañana de este viernes, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, así como varios de los secretarios de su Gobierno y los responsables de los poderes Legislativo y Judicial.
En el estrado estaban también los invitados especiales, que este año han sido los expresidentes Evo Morales y José Mujica, de Bolivia y de Uruguay respectivamente; Familiares del Che Guevara, del activista César Chávez y de Julián Assange, a quién ha descrito como “el Quijote de la libertad de expresión de nuestro tiempo, injustamente encarcelado”. López Obrador se ha comprometido a “seguir demandando su libertad”.
El discurso presidencial vino precedido por los que pronunciaron los secretarios de Seguridad Pública, Defensa y Marina y la Guardia Nacional ha sido la gran protagonista de todos ellos, como cabía esperar, debido a su reciente incorporación, con fuerte polémica, a la secretaría que dirige el general Luis Cresencio Sandoval. Algunos de los argumentos para ello, como la incesante militarización del país a la cual se incorpora ahora la seguridad de los ciudadanos o una eventual opacidad para dar cuenta de sus actuaciones públicas, han sido combatidos por el secretario de Defensa, quien ha garantizado que el proceder de las fuerzas armadas “será siempre apegado al marco jurídico vigente, sin aspiraciones ni pretensiones de ninguna índole más que servir a la patria”. “En todo momento”, ha dicho Sandoval, el cumplimiento de las tareas de la Guardia Nacional “estarán subordinadas al poder civil y a la institución presidencial”.
La Guardia Nacional cuenta en la actualidad con 118.188 agentes, lo que supone el 78% del total proyectado para 2024. Sandoval ha señalado que este cuerpo ha sido, por sí solo, el responsable del 56% de la reducción sostenida de los homicidios por delincuencia organizada. 7.380 elementos han circulado este viernes en el desfile cívico militar por la independencia mexicana.
La Secretaría de Seguridad Pública federal es el departamento que ha perdido el poder sobre la Guardia Nacional. A pesar de ello, la titular de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, ha expresado su convencimiento de que, bajo el mando militar, este cuerpo “consolidará su labor de protección de los ciudadanos”. Rodríguez ha alabado la estrategia de seguridad de su Gobierno, muy denostada por la oposición, que recuerda que la violencia sigue en cotas altísimas. En México pierden la vida cada día de forma violenta alrededor de 100 personas. En un acto de Estado, como el que se celebra el día de hoy en México, la secretaría de Seguridad ha tenido un discurso eminentemente partidista, con alabanzas a “la figura de López Obrador, que va creciendo hasta sumar el apoyo de dos tercios de la población”. No ha ahorrado adjetivos para defender con ardor a su jefe: “Es inteligente, trabajador, incansable, honesto y sensible”.