Cipriano Miraflores
El pueblo indígena de México constituido por diversos pueblos en el territorio nacional, pueblo indígena, denominación de los invasores españoles, a través del tiempo, ha adquirido la categoría de definición aceptada. En la Constitución General de la República se nos define como pueblos indígenas, en realidad somos un solo pueblo como mayas, zapotecos, purépechas, otomís, etc. A la élite política les conviene mantenernos divididos para seguirnos dominando, le teme a nuestra unión.
Además, no nos han conquistado totalmente, hemos resistido y seguimos vigentes. Al contrario, de pueblo desperdigado en todo el territorio nacional después de la invasión, ser ignorados y reprimidos durante los gobiernos liberales, ser tutelados por los gobiernos revolucionarios y ser invadidos de nuevo por empresas capitalistas durante el neoliberalismo, nos hemos convertido en verdaderos sujetos políticos, con un proyecto de emancipación a partir de la nueva Era del Quinto Sol.
La lucha por ser reconocido como sujeto político de pleno derecho, mediante la transformación del Estado, de oficina de los capitalistas a Estado plurinacional, además, mediante la modificación social, ideológica y política de la percepción que tienen de nosotros la sociedad política de México. (López Bárcenas: Los movimientos indígenas en México: rostros y caminos).
Este reconocimiento como nuevo sujeto político que trae no solo un proyecto político para sí, sino para todo México, incluso para toda la humanidad, ante el peligro de su destrucción por el dios del dinero y del egoísmo.
Es a partir de los quinientos años de la invasión, que se vuelve a tomar conciencia de nuestro papel en nuestra historia de resistencia, haciéndonos acompañar por los hermanos de lucha: los afromexicanos .
Como nuevo sujeto político planteamos revalorar nuestro papel de cara al proyecto político de los mexicanos. En una sociedad demodiversa, plural, multicultural, plurilingüe, se debe montar un Estado plurinacional, de democracia republicana, de federalismo acentuado y comunal, así como un Estado antiracial, antipatriarcal y ecológico, en este proyecto nos ubicamos.
Para el logro de esta acción y lograr el proyecto, necesitamos lograr la reforma constitucional para que se nos reconozca como sujetos colectivos de plenos derechos y como pueblo que goza de derechos humanos en cuanto sujeto colectivo. En este marco, poder hacer valer nuestro derecho de libre determinación y de autonomía.
Con estos logros lograremos dejar de ser considerado como pueblo colonizado, entonces, en una visión macro la lucha es en contra de nuestra condición de colonizado.
Tiene razón el hermano mixteco Francisco López Bárcenas cuando llama a construir una agenda común de resistencia y luchas emancipatorias del pueblo indígena, con la participación de todos sus pueblos en un solo puño, para el logro de nuestro proyecto, así, pasar de la resistencia a la emancipación.
Esta emancipación es política, tener el poder. Pues como lo afirma el hermano maya tzeltal Javier López Sánchez, el poder controla al poder.