Juan Manuel López García.
Siempre he creído que la comunicación y la mercadotecnia deben estar al servicio de la política y no al revés. Que los fenómenos políticos no se construyen desde un escritorio de consultores, sino desde entender qué dolores y problemas existen ahí afuera. Hace algunos años, Iván Redondo -mano derecha de Pedro Sánchez, actual presidente de España- decía en una entrevista: no es necesario inventarse nada, las verdades ya están en la calle. La comunicación política es y siempre debe ser un instrumento para construir los consensos que nos permitan andar hacia el bien común. Consensos para gobernar y transformar la realidad. La política es el arte de transformar la realidad sin matarnos en el camino.
Samuel García incumplió su promesa no caer en calenturas electorales y se apuntó a la carrera presidencial. La verdad es que la gestión de su licencia ha sido calamitosa. Es cuando la imagen, el Tik Tok o las redes sociales se vuelven más importante que gobernar y hacer política.
Quien aduce tener doctorado en derecho, confirma que lo doctor no quita lo “perejil” ya que Samuelito el 1 de diciciembre de este año, publicó un Acuerdo por el cual se reasumen sus funciones pero ¿cómo? ¿reasume? Si el 1 de diciembre era gobernador y en esa misma fecha publica el Acuerdo en su calidad de gobernador, no se trata que haya “reasumido” en dado caso debió ser un “Acuerdo por el que CONTINUA en sus funciones”.
Para poder reasumir es porque se dejó de asumir y la única forma para que él haya reasumido es porque se si hizo efectiva su licencia a partir del día 2 de dieciembre, pero en esa fecha tomó posesión el gobernador interino.
Ahora resulta que el motivo de que nho sea candidato a la Presidencia es por la Suspensión que Samuel García criticó en el sentido de que el Tribunal de Nuevo León no podía tomar la decisión de suspender la licencia que el Congreso le concedió y que no le haría caso, pero es más, ni siquiera ha sido notiificado oficialmente como lo indica en el Acuerdo, es decir, “cumplió” porque se enteró por diversos medios y ek comunicado del Congreso.
Ni siquiera hizo alguna referencia al comunicado de la SCJN en donde expresó que Luis Orozco es el interino ¿Acaso nesto ya no vale sólon porque reasumió?]
El Quid del asunto: ¿Hay dos gobernadores ahora? ¿Uno, Constitucional y otro interino? El Congreso de Nuevo León -con plenas facultades acorde a la Constitución de Nuevo León- nombró a Luis Orozco para que asumiera el cargo de gobernador interino a partir del 2 de diciembre del año cursante al 2 de junio del 2024. Nunca se dijo que “o hasta que reasuma el cargo de gobernador constitucional”. El Congreso en consecuencia tendrá que pronunciarse para aclarar esta situación inédita y vergonzosa.
La licencia que el Congreso de Nuevo León le concedió a Samuel García para separarse de su cargo como gobernador del estado sigue vigente, toda vez que la suspensión ( del Poder Judicial de Nuevo León) que había concedido para que no se retirara del cargo, se sobreseyó (quedó sin materia).
Si el gobernador constitucional con licencia Samuel García, insiste en asumir funciones de un cargo público que no tiene y menos la calidad de servidor público, de entrada, cometería el delito de usurpación de funciones públicas previsto en el artículo 255 del Código Penal paras el Eastado de Nuevo León: Comete el delito de iusurpación de funciones públicas o de profesión, y uso indebido de condecoraciones o uniformes.
I.- El que, sin ser servidor público, se taribuye ese carácter y ejerza algunas de las funciones públicas de tal”. Además, si Samuel García insiste en reasumir el cargo de gobernador implicaría violación a la suspensión concedida por la SCJN en las controversias constitucionales.
Es decir cometeríua el delito de Abuso de Autoridad (desobediencia) y sería separado definitivamente del cargo.
Etgo, si los servodores públicos de Nuevo León no quieren tener problemas administrativos y jurídicos deberían de ignorar a Samuel García hasta en tanto el Congreso on elm PJF no diga lo contrario.
Asi es la política del esquirol Samuelito que quiso complacer al presidente López para restar votos de os jóvenes a Xochitl Gálvez, y ahora a comprar palomitas con el Nuevo novelón.
X: Juanmalogar
Es una casualidad. Considero que nadie es mejor o peor por su género. Sin embargo, el precandidato de Movimiento Ciudadano sí está utilizando su género como arma política. Con un objetivo que me parece meridianamente transparente: apelar al voto misógino (de hombres y también de mujeres) que se niegan a aceptar el hecho de que México sea gobernado por una mujer. No sé qué porcentaje del electorado tendrá estas desviaciones machistas -intuyo que es reducido-, pero me parece llamativo que un partido como MC que se asume socialdemócrata utilice los peores instintos del electorado para ganar votos.
La americanización de la política mexicana, en donde las parejas y las familias juegan un rol decisivo en la estrategia política, me parece que nos transporta más al género de las telenovelas que a un debate serio. Busca infantilizar al electorado.
La segunda premisa: es bueno porque es nuevo. Es bueno porque es joven. No dudo -otra vez- que una parte del electorado tenga esos mitos en la cabeza. Que asocien juventud con dinamismo. Que asocien juventud con desvinculación de la vieja partidocracia nacional. No obstante, ser joven tampoco es ningún atributo. Es cierto que Samuel García y Mariana Rodríguez son fenómenos digitales, pero no podemos asumir mecánicamente que los jóvenes votan a jóvenes. O que una variable determinante es precisamente que el joven considere que está mejor representado por alguien que se asemeja en edad.
Un repaso por el mundo nos arroja un desmentido a esa premisa. El motor de apoyo a Bernie Sanders eran los jóvenes. Y Bernie no es un chavo. Lula Da Silva regresó al poder de la mano de la juventud. Milei derrotó a Massa, y era más joven el segundo. Biden regresó a los demócratas de la mano del joven urbanita educado. Puede haber jóvenes con ideas viejas y viejos que abracen las mejores causas.
Tiendo a pensar que, en un escenario de tres opciones en la boleta, Samuel García podrá hacerse un hueco (no sé qué tan grande). Sobre todo, si Xóchitl sigue en babia. Las elecciones mexicanas siempre se juegan a dos vueltas, la primera para definir al retador de quien encabeza las encuestas, y la segunda para decantar el voto estratégico en alguna de las dos direcciones. Más allá de su rentabilidad electoral, la candidatura de Samuel García es espejo de las tensiones que se viven en Movimiento Ciudadano como proyecto político emergente. Por un lado, MC se parte la cara por igualdad en el Senado o en la Cámara de Diputados, pero hace una campaña acentuando el género de su candidato presidencial. O denuncia la violencia contra las mujeres o la corrupción de la vieja política, y coquetea con el impresentable de Palazuelos en Quintana Roo. Es como si lo único que importara es la rentabilidad.
A mí sí me preocupa que se hable más de la mercadotecnia que de las políticas públicas. Que se hable más de imagen que de visión de país.