Inmediata y ejemplar sanción deben imponer tanto el Instituto Nacional Electoral INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) a Francisco Vázquez, representante del Partido Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México, ya que en una sesión pública se refirió con una serie de insultos y calificativos que jamás se deben proferir y menos denigrar con ellos a una mujer, al referirse a la candidata a la gubernatura de esa entidad federativa, Alejandra del Moral, quien por cierto, no ganó, apabulló en el primer debate a Delfina Gómez, presentando propuestas concretas. Sin embargo desconozco qué debate vieron los morenistas, ya que inmediatamente que terminó el evento iniciaron una campaña totalmente sincronizada para tratar de atacar no solo a la candidata de la alianza, atacando también a la moderadora. Victimizaron a Delfina. Igual que cuando pierden elecciones, le echan la culpa al árbitro. Está en su ADN, es su cultura política. Su papel de moderadora es muy fácil de explicar, Delfina estaba yendo por las ramas, y Ana Paula, la moderadora, con enorme reacción obligó a Delfina a contestar lo que se le cuestionó. Así debe ser la función del moderador.
Vimos a una Delfina incluso desconocedora de la geografía del estado que pretende gobernar, que no conoce la problemática real del estado. Una respuesta que a cualquiera le pone los pelos de punta, fue cuando Alejandra del Moral afirmó que ella no ha sido sancionada por actos de corrupción y la candidata Delfina, quien fue sancionada por quitarles dinero a los trabajadores de Texcoco, se concretó a señalar que ella no fue sancionada, que el sancionado fue su partido, la misma gata, pero revolcada (hay que hacer notar que un partido es persona moral que se integra por personas físicas). Morena presume día a día supuestas encuestas donde colocan a su candidata arriba de Alejandra del Moral, por lo que está, en forma contundente expresó al final del debate: “Las encuestas no votan, no hay nada escrito en piedra. No eres capaz ni honesta”.
En las encuestas de salida daban un 63.8% de ventajas en propuestas a Del Moral y una preferencia electoral del 58.6%.
Por otra parte. el gobierno de Estados Unidos está volcado en presionar a Andrés Manuel López Obrador por el tráfico ilegal de fentanilo que llega a su territorio a través de México. El presidente de México se ha empeñado en negar la producción, tráfico y consumo de fentanilo en territorio nacional como lo han acusado desde senadores republicanos hasta autoridades de primer nivel del gobierno demócrata de Joe Biden.
La postura obradorista ha sido contradictoria al descalificar los embates estadounidenses mientras los registros oficiales de sus propios colaboradores tienen datos incontrovertibles. Apenas en marzo el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval reportó que en tan solo 15 días de este 2023 se habían decomisado ¡21 millones de dosis de fentanilo! principalmente en los estados del corredor del pacífico norte: Baja California, Sonora y Sinaloa (los tres gobernados por Morena), así como en Coahuila (PRI) y Chihuahua (PAN). Si comparamos estas cifras con el fentanilo que decomisó la Guardia Nacional en todo el 2021, que sumó apenas 1,302 dosis en esa anualidad, se puede inferir el auge que alcanzó esta droga en apenas dos años.
Por cifras del propio General Secretario se sabe que el fentanilo es una droga que ya estaba siendo monitoreada por las fuerzas federales mucho antes de que se volviera un escándalo binacional. Recientemente la confrontación entre el gabinete de López Obrador con el gobierno estadounidense alcanzó niveles risibles, hilarantes al “revelarse” en La Mañanera algo que nadie sabía: que corporaciones extranjeras habían infiltrado a organismos criminales transnacionales con asiento en México y que lo hicieron sin permiso de autoridades mexicanas.
La postura asumida por Palacio Nacional sería graciosa si apareciera en alguna película de Luis Estrada, pero en la vida real es preocupante el nivel en que están las relaciones de México con nuestro primerísimo socio comercial del mundo, de allí la urgencia del régimen por generar distractores del tamaño del avión presidencial cuando lo que importa y afecta a más mexicanos es la estridencia política, diplomática y de seguridad entre ambos gobiernos.
Y lo más estridente como caótico es la postura del presidente en Veracruz al referir una invasión militar de Estados Unidos, que en su caso no sólo soldados y navales lucharán, sino también el pueblo. ¡Válgame Dios!. Defender a los Chapitos es defender nuestra soberanía. Lo más grave que existen seguidores que lo dan ya por un hecho. Que en un imaginario diálogo con su gabinete de seguridad les diga: me preocupan los niños, ¿con cáncer? No, los Chapitos.
Jugadas de la Vida.
Los fenómenos asociados al cambio climático, además del crecimiento de la población, podría aumentar la hambruna hasta en un 20% para el 2050.
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