Juan Manuel López García
En el libro al Honduras al ras del suelo. Crónicas desde el país más violento del mundo. Del autor , de Alberto Arce., Nnarra el país donde empezó la caravana que busca llegar a Estados Unidos. Un retrato crudo sobre el resultado de una historia en la que ingtervienen muchos factores externos a los hondureños aunque son ellos quienes padecen todo y algunos lo refuerzan. Es una veintena de crónicas en las cuales se entra en una sociedad y se ve a sus responsables que van desde el gobierno nacional hasta los gobiernos extranjeros y la propia población.
Los videos del horrendo crimen de los asfixiados y quemados en un centro de reclusión en Ciudad Juárez, en el que perdieron la vida treinta y nueve personas y hay veintisiete heridos, víctimas de un sistema injusto y hasta criminal con los migrantes, expuestos en un país que seguirá siendo un infierno, que es descaro como botín político por el régimen del ´humanismo mexicano´.
Es inevitable dejar de expresar una opinión ante el artero asesinato de los seres humanos victimasvíctimas de la negligencia, indolencia, incapacidad, ineficiencia y alta corrupción de los altos funcionarios del gobierno federal, que los encerraron criminalmente. Eso sí fue, hay que reconocerlo, un crimen de Estado. Lo primero que debemos destacar son las condiciones infrahumanas en que son tratados, donde los tenían sin agua ni comida, y aunque dice López que esas instalaciones donde murieron quemados o asfixiados otros, es un albergue, es claro, era un ilegal centro de detención, y esos pobres migrantes estaban, bajo la custodia y ¿protección? del gobierno federal. Los funcionarios involucrados como el Director del Instituto Nacional de Migración, y el titular de ese organismo en Chihuahua, quien criminalmente ordenó que no se les abrieran las puertas de la prisión a pesar del incendio, ¿no tendrán la calidad humana para renunciar? ¿O en su mente solo son treinta y ocho muertos más? Que se adicionan a la cuenta macabra de muertes que acumula el gobierno federal, junto con los muertos por una pésima política contra el covid, los muertos por falta de medicamentos, los muertos y desaparecidos por una errónea política que deja crecer a la delincuencia organizada y que ya controla parte del país, etc., etc. etc.
Lo peor es que el presidente y sus seguidores tratan de culpar a los propios migrantes del “suicidio” cometido, argumentando que ellos mismos prendieron el fuego y llegan al grado de señalar que los encierran porque en esas “casas o refugios” de migrantes hay reglas que cumplir, pero además señalaron que los encierran para cuidarlos de los delincuentes que pululan en esas ciudades fronterizas, pero no contaban con la existencia de los videos de vigilancia donde se aprecia claramente cómo los custodios ignoran descaradamente las peticiones de auxilio y se niegan a abrir las puertas de esa cárcel de migrantes y los abandonan a su suerte. Que terrible situación.
Lo más deleznable fue la actitud de Adán Augusto López, secretario de Gobernación, quien, a pesar del luto nacional, aprovechó la tragedia para tratar de echar tierra a su competidor por la presidencia de la República, Marcelo Ebrard, al culparlo directamente de la tragedia, señalando que el responsable de los migrantes es el Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), pleito entre corcholatas dijera el clásico, pero veamos en quién recae la responsabilidad legal.
La Ley Orgánica de la Administración Pública Federal fija las bases de organización de la Administración Pública, creando las dependencias necesarias para el despacho de los asuntos encomendados al Poder Ejecutivo federal (MALO) y entre las Secretarías de Estado creadas encontramos a la Secretaría de Gobernación, y en su artículo 27 se enumeran los asuntos que competen a esa secretaría, y en su fracción V ordena: “Formular y conducir la política migratoria y de movilidad humana, así como vigilar las fronteras del país y los puntos de entrada al mismo por tierra, mar o aire, garantizando, en términos de ley, la libertad de tránsito, en coordinación con las demás autoridades competentes;”, y la operación de control humano de entradas y salidas del país le corresponden al Instituto Nacional de Migración, responsable directo de la tragedia y que depende de Adán Augusto precisamente, aunque este trata de evadir su responsabilidad amparándose en un decreto que emitió López, donde, ignorando la ley, se creó de manera transitoria, en el Diario Oficial del 19 de septiembre de 2019 una “Comisión Intersecretarial de Atención Migratoria” la cual termina el 30 de septiembre de 2024, y en ese acuerdo dejan como “instancia de coordinación” en materia migratoria a la SRE, pero se reitera, sólo de coordinación, por lo que la facultad de conducir internamente la política migratoria y ojo, garantizando la libertad de transito de los migrantes, nunca dejó de ser responsabilidad de Gobernación. Por eso es repugnante que aprovechando la muerte de ellos, no solo evada su clara responsabilidad el Secretario de Gobernación, sino además en forma ruin intente descalificar más aún a otra corcholata del presidente. Deplorable su actitud. Tal cual como la del personaje que un día posterior a la tragedia, le dedicó sólo tres minutos, culminó su prédica habitual con un chiste y una sonrisa socarrona, que además todavía el viernes en una visita relámpago a Ciudad Juárez, se negó a escuchar los reclamos de justicia de los migrantes y echó la papa caliente como es su estilo, a Maru, que ella los mandó, quien es la gobernadora panista de Chihuahua. En las tragedias también acude a lo que él llama politiquería. Ergo, el cruento crimen en Ciudad Juárez causó migraña en migración.
Jugadas de la Vida
Para ripley López Obrador presentará reforma al INM para crear un Consejo del Migrante encerrado por Alejandro Solalinde, el mismo sacerdote que no terminó el Seminario acusado de corrupción por la Iglesia católica, el llamado “Marcial II” quien dijo además que AMLO tiene señales de santidad.