Juan Manuel López García.
“Sentir que no se respira, que estando parado se agita más el corazón, estando sentado es sentir la intranquilidad galopante, lo único que invade es sentir la misma muerte” Manolo
No son pocos los escritores que se han subido al vuelo y voluntariamente a la carroza de la muerte, entre ellos Manuel Acuña, Walter Benjamín, Paul Celan, Ernest Hemingway, Primo Levi, Jack London, Antonieta Rivas Mercado, Yukio Mishima, Horacio Quiroga, Virginia Woolf. El escritor judío nacido en Rusia Boris Pasternak escribió para todos ellos lo siguiente: Para empezar por lo más importante no tenemos idea dela tortura interior que precede el suicidio. Las personas torturadas físicamente en el potro pierden constantemente la conciencia, su sufrimiento es tan grande que su insoportable intensidad abrevia el fin. Pero un hombre que decide suicidarse pone punto final a su ser, vuelve la espalda a su pasado, se declara a si mismo en bancarrota y convierte en irreales sus recuerdos que ya no pueden ayudarlo, ni salvarlo; se han colocado fuera de su alcance. La continuidad de su vida interior está rota, su personalidad ha llegado a su fin. Y quizá lo que finalmente lo hace matarse no es la firmeza de su resolución, sino la insoportable calidad de esa angustia del que no pertenece a nadie, de ese sufrimiento en ausencia del que sufre, desea espera que está vacía porque la vida se ha detenido y ya no puede llenarla.
El suicidio es un neologismo que empezó a usarse en el siglo XVIII en Francia e Inglaterra y proviene de la redundancia “matarse a sí”. Los romanos denominaban el hecho mors voluntaria y, de ahí, se decía en español “darse muerte”. En la historia de la humanidad y de la literatura, buscar la noche perpetua es la decisión última que un hombre puede tomar sobre su vida. Sobre esto, el anarquista Mijail Bakunin dijo que “la pasión por la destrucción es también una pasión creativa”.
Tratada por siglos como el peor crimen mortal y aún hoy en día condenada, la realidad común de suicida es una crisis miserable y dolorosa. Dante, en la Divina Comedia, ubica a los suicidas en el séptimo círculo, debajo de los herejes en llamas y los asesinos que se cocinan en ríos hirvientes de su propia sangre. En un bosque oscuro y denso, las almas de los suicidas, crecen eternamente en formas de retorcidas espinas venenosas y sobre ellos anidan las arpías que arrancan sus hojas en una repetición infinita de la violencia que esa alma se fue infligiendo a sí misma.
William Shakespeare puso en voz de uno de sus personajes la siguiente máxima “¿Es un pecado precipitarse a la secreta casa de la muerte, antes de que la muerte se atreva a venir hacia nosotros?”, El filósofo escocés David Hume esgrimió siglos después una respuesta brillante: Si disponer de la vida humana estuviese sólo reservado al dominio particular del Todopoderoso, y fuese claro para los hombres una usurpación de su derecho el disponer de sus propias vidas, sería tan criminal actuar para la preservación de la vida como actuar para su destrucción. Si esquivo una piedra que me va a caer en la cabeza, perturbo el curso de la naturaleza, e invado el dominio particular del Todopoderoso al prolongar mi vida más allá del período que Él le ha asignado por las leyes generales de la materia y el movimiento. En estas acciones empleamos nuestros poderes mentales y físicos para producir una innovación en el curso de la naturaleza y en ninguna de ellas hacemos otra cosa. Son pues, igualmente todos inocentes, o igualmente criminales.
De esa forma decidió ahorcarse uno de los mejores vocalistas del rock clasificado así por la revista Rolling Stone Chris Cornell quien nació en Seattle, Washington, lugar donde vivió durante su infancia. A los 7 años comenzó a tomar clases de piano, interesándose por los Beatles y Alice Cooper. Alrededor de los catorce años sus padres se divorciaron, y junto con sus hermanos tomó el apellido de soltera de su madre, Cornell. A raíz del divorcio de sus padres, Chris sufrió un caso grave de depresión durante su adolescencia, consecuentemente solo salía de su casa en raras ocasiones, llegando al extremo de no salir durante un año completo, tiempo en el que abandonó el piano y se dedicó a tocar la batería y la guitarra.
Esta elección vino acompañada del abandono del instituto, comenzando a trabajar como ayudante de cocina. El meollo fue el dolor y enojo desde su incipiente edad por la salida del hogar de su papá mismo que nunca lo trabajó en su interior. Existe una canción que marcó su forma de ser nostálgico quien rompe con una relación amorosa, que no duerme en las noches, lo que lo hace durante el día, puede hacer lo que quiera es libre desde que se llevó su amor, dice la letra “Ha sido tan solo sin ti aquí, como un pájaro sin na canción, nada puede detener la caída de estas lágrimas solitarias…fui al doctor y e dijo que es mejor tarar con otra chica, divertirte, no importa lo que hagas…pero es un tonto,,,porque nada se compara a ti”. Así se titula canción Nothing Compares to You.
Desde que la escuché por primera vez me hizo llorar y por eso me interesó su trayectoria que no dejó de sorprenderme su decisión de ahorcarse después de dar un concierto, que previo a ello, le llamó a su esposa y le dijo que se sentía mal, al notarlo mal, su esposa llamó a una persona que estaba en su grupo y fuera a ayudarlo a su habitación, que al llegar ya se había ahorcado.
Que lastima no fue escuchado o haya salido a platicar con alguien, ello salva muchas veces por es como un caballo brioso vivir con angustia.
Jugadas de la Vida
Se calcula que sólo el 5% de los pasajeros abordan el avión sin temores de ningún tipo.
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