Recientemente como a lo largo de su historia, se ha criticado el desempeño del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por promover una iniciativa de reforma al artículo 5º transitorio del decreto constitucional que creó la Guardia Nacional con el propósito de ampliar el período por el cual el Ejército puede participar en las tareas de seguridad pública.
Esta propuesta le ha sido cuestionada por el Partido Acción Nacional (PAN) y por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes fungen como sus más recientes compañeros en la Alianza va por México, la cual no ha tenido resultados significativos en las recientes elecciones en las que como bloque se han enfrentado a MORENA. Sin embargo, se ufanaron de su posición en el Congreso de la Unión al anunciar que pusieron en marcha una moratoria constitucional con la intención de frenar cualquier intento de modificación al marco constitucional que quisiera hacer el presidente López Obrador, situación que se ocurrió con su propuesta de reforma eléctrica.
Hasta este momento parecía que ya se había consolidado un bloque opositor articulado con miras a las próximas elecciones presidenciales, pasando antes por las del Estado de México y Coahuila.
La reacción natural fue eliminar la percepción opositora de la alianza, así que desde Campeche se inició la búsqueda de cualquier “pecadillo” que hubiera cometido Alejandro Moreno, ex gobernador de ese estado y actual presidente nacional del PRI, a quien le encontraron indicios de tráfico de influencias, desvío de fondos federales, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y fraude fiscal. Esto ocasionó que la Alianza va por México se distrajera de su plan de acción, ya que se empezó a manejar la posibilidad de un juicio de desafuero en contra de Alejandro Moreno como diputado federal, con la posibilidad de que enfrente los cargos que deriven en su contra.
Ante este escenario, el PRI cercano a Alejandro Moreno en la Cámara de Diputados, presentó la iniciativa para ampliar el plazo mediante el cual el Ejército Mexicano podrá participar en las tareas de seguridad pública hasta el año 2029. La propuesta generó confusión entre los integrantes de la Alianza va por México con llamados de atención al PRI para que retirara la iniciativa o que la votara en contra y que, con ello, no se pusieran en riesgo los acuerdos de los tres partidos en una alianza que de por sí es extraña, ya que los tres partidos son antagónicos históricamente, mezcla de derecha e izquierda que hace incomprensibles sus planes, más allá de los electorales. Por un lado el PAN que surgió para enfrentar las políticas surgidas de la Revolución en un franco desacuerdo con el PNR-PRM-PRI y por otro lado el PRD, partido que durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari acusó al PRI de fraudulento y de ser responsable de los asesinatos cometidos contra varios de sus integrantes a lo largo y ancho de todo el país.
Pero el PRI no sabe ser oposición, su naturaleza es su origen, fue el partido que emergió desde el gobierno como mecanismo para dirimir mediante el quehacer político, las exigencias de los líderes revolucionarios que demandaban sus canonjías por haber participado en la gesta heroica. Así siempre ha sido el PRI, basta con recordar su desempeño en los primeros gobiernos encabezados por un partido distinto, el PAN, durante los cuales, el Congreso encabezado por Manlio Fabio Beltrones tuvo un papel preponderante para la conducción de la gobernabilidad y fue quien hizo posible la aprobación de las reformas propuestas por Enrique Peña Nieto, que ahora están tan desprestigiadas.
El PRI no se asume como oposición.