Infancia es destino

LA X EN LA FRENTE

Moisés MOLINA*

Niñas, niños y jóvenes de diferentes regiones de Oaxaca se dieron cita en la máxima tribuna del estado para la reunión de cabildos infantiles y juveniles.

Presidentes municipales, síndicos y regidores infantiles y juveniles llegaron a la cámara de diputados para hacer uso de la tribuna en presencia de diputadas, diputados, presidentes municipales, representantes de los poderes ejecutivo y judicial, y medios de comunicación.

Podría parecer una reunión anecdótica y para tener un buen recuerdo qué presumir en fotografías.

Pero niñas, niños y jóvenes hablaron fuerte y claro sobre aquello que les preocupa y contra aquello con lo que no están de acuerdo.

Pidieron intercambios escolares entre alumnos de diferentes regiones para compartir experiencias, demandaron mayor y mejor atención a la salud de niñas, niños y adolescentes, exigieron que se les tomará en cuenta como gestores en beneficio de sus comunidades, pidieron transporte escolar sin costo e Internet gratuito en todas las regiones del estado.

Las niñas y los niños de hoy viven una realidad diferente a la que vivimos nosotros.

Ese es un buen parámetro para saber que no obstante hay mucho por hacer, hemos avanzado como sociedad en el tratamiento de nuestras infancias como personas.

Hoy, más que antes, se les respeta en su integridad física y emocional.

Hoy mámás niñas y más niños están conscientes de que tienen derechos y los conocen.

Hoy saben que esos derechos deben ser respetados y hoy se expresan más libremente que antes.

Queda mucho por hacer y mientras siga existiendo explotación infantil, abuso sexual, violencia física y emocional contra ellos dentro y fuera de la familia, deudores alimentarios sin voluntad de cumplir y niñas y niños mal alimentados, sin escuela y sin clínicas y medicinas, no podremos estar conformes ni satisfechos.

Oaxaca es un estado que en su diversidad y dispersión engendra grandes desafíos, pero vamos por el camino correcto.

Que nos baste con entender bien y decirle a nuestros hijos que las infancias son lo más valioso que tenemos porque en ellas está la semilla del buen ciudadano: justo, libre, honesto, tolerante y respetuoso.

El México del mañana depende de ellos, y por eso depende también de cómo nosotros los cuidemos, los protejamos y los guiemos hoy.

Antes que de leyes, democracia, instituciones y economía, México es un país de personas que lo construyen a diario.

Y nada es más importante, más valioso y más sagrado que las niñas y los niños.

Sigmund Freud lo advirtió cuando dijo que infancia es destino.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional Y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.

Oaxaca disruptivo

Moisés MOLINA*

En el foro académico de juristas de Oaxaca están pasando muchas cosas buenas.

Ya he dado cuenta en entregas anteriores de la incipiente reforma a los planes de estudio de la licenciatura en derecho para incluir materias imprescindibles como el Derecho Constitucional local.

Nuestro paisano Eric García López, junto con Mario Herrera y Tomás Mundo están haciendo lo propio desde España, Quintana Roo y Veracruz para que el neutro derecho tenga también el lugar que merece en las mallas curriculares.

El Derecho es un campo en permanente desarrollo que obliga cada vez más a la especialización de juzgadores, ministerios públicos, policías, litigantes, etc.

Y en el Poder Judicial de Oaxaca estamos haciendo la tarea.

El pasado viernes se inauguró y recibimos la clase inicial de la Maestría en Derecho Judicial.

Y tampoco es un acontecimiento menor.

Es la primera Maestría de su género en América Latina, a donde por fin llegarán los desarrollos teóricos que desde hace tiempo se hacen ya principalmente en Europa.

Este posgrado lo auspicia la Universidad de Perugia en Italia, una de las más antiguas, sino es que la más antigua del mundo, fundada en 1308.

¿Cuál es su trascendencia?

A partir del 2011 todos los juzgadores del país, incluidos los de Oaxaca, tienen la oportunidad (que se ha desaprovechado todos estos años) para dejar de aplicar en sus resoluciones cualquier norma contraria a la Constitución o a los tratados internacionales de derechos humanos de los que México sea parte.

Los juzgadores -y específicamente quiero referirme a los del fuero común- se convirtieron por reforma constitucional en guardianes de los Derechos Humanos.

Pero tal vez en nuestro genoma pervive la resistencia al cambio y por cautela, por temor, por comodidad o por no saber cómo, las y los juzgadores no han hecho generalizadamente el uso de esa importantísima y transformadora facultad.

En esta Maestría, entre muchas otras cosas, se nos enseñará el qué y el cómo de eso que se llama control difuso de la constitucionalidad y de la convencionalidad.

En la democracia constitucional, antes que cualquier otra cosa, están los derechos humanos.

Y en un entorno de crisis de violaciones a los derechos humanos, México tiene en sus jueces un activo importantísimo para revertir la situación.

Porque mientras en Europa las discusiones versan sobre violaciones a los derechos humanos de quinta y sexta generación – que se nos dijo en clase- en México seguimos tratando de salir del fango de las violaciones a derechos humanos de ¡primera generación!

En esta materia Oaxaca está sentando un precedente más que debe hacer eco en todo el país.

Ya no se trata solamente de que juezas y jueces, magistradas y magistrados se preparen en el conocimiento teórico de alguna rama del derecho.

Urge transformar la realidad.

Y las y los juzgadores son por excelencia agentes de cambio a través de sus resoluciones.

Lo más fácil siempre es seguir haciendo las cosas como se han venido haciendo.

Pero en Oaxaca ya dimos el primer paso y no hay retorno.

Queremos ser jugadoras y juzgadores disruptivos que defiendan, promuevan, garanticen y restituyan los derechos humanos en contra de todo y de todos.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.

La UABJO está de regreso @MoisesMolina

Uno de los títulos más dulces para cualquier espíritu elevado es el de universitario.

En una época de individualismo exacerbado y en que a cada uno cada vez menos nos definen los títulos, ser universitario es todavía motivo de inflamado orgullo.

Y es que el universitario es quien abreva no solo de la ciencia y el conocimiento disponible, sino además de una larga tradición que se funde con la historia de Oaxaca.

Hoy existen muchas universidades, muy respetables todas ellas.

Pero la UABJO es el tronco, la espina dorsal.

Todas las universidades oaxaqueñas se iniciaron, de una u otra manera, su linaje desde la UABJO.

La UABJO es la universidad pública, la casa del pueblo, el templo del conocimiento democrático, la arena de las libertades y el único medio de movilidad social para muchas y muchos oaxaqueños.

Quien llega a la UABJO llega desde abajo y el límite es el cielo.

En la UABJO se forman profesionistas, pero también ciudadanos. El primer contacto real con el civismo y sus deberes se da en la universidad.

En la universidad el ser humano termina de formarse. Y en no pocos casos, se forma a sí mismo desde su libre albedrío.

La universidad es un gran oráculo que nos devela paso a paso nuestro destino y nuestra misión en la vida.

Mañana lunes, la Facultad de Derecho regresa de cuerpo entero después de dos años de pandemia.

Las y los futuros abogados de los semestres intermedios y finales deben recuperar el tiempo.

Y es deber moral de las y los catedráticos hacerlo posible.

Y es que la Facultad de Leyes es muchas mas cosas que una escuela. Es una comunidad, un equipo, una fraternidad donde todos estamos juntos y revueltos pero cada quien haciendo su parte.

Tuve la fortuna de asistir a la convivencia presencial de entrega de las cargas académicas para este semestre.

Y atestigüé el reencuentro emocionado de colegas que en fraternidad se reconocen, se respetan y se quieren.

De todas las edades, de muy diversas especializaciones, cada quien con diferente método, pero todas y todos reconocidos orgullosamente como profesoras y profesores de nuestra querida facultad.

Para quienes tenemos hoy la oportunidad de ocupar un lugar junto a quienes nos formaron en esas mismas aulas, es un honor poder regresarle a la Facultad y a la Universidad un poco de lo mucho que hicieron por nosotros.

Y yo siempre he creído que no hay mejor manera de honrar y agradecer a nuestros maestros que haciendo por las nuevas generaciones lo mismo que ellos hicieron por nosotros.

Estar frente a grupo reviste siempre una alta responsabilidad, pero cuando se está frente a jóvenes de nuevo ingreso, esa gravedad toma otra dimensión.

Y cuando la materia es Introducción al Estudio del Derecho hay que entregarse en cuerpo y alma.

Las nuevas generaciones necesitan el conocimiento, pero también habilidades y competencias para la vida.

En Oaxaca el maestro universitario debe ser un motivador, un señalador de caminos, un vocero de esperanza.

Y con mis alumnas y alumnos de nuevo ingreso, desde la materia introductoria al derecho, nos vamos a comer el mundo a rebanadas.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.

Justicia para las personas indígenas.

Una de las áreas que ameritan consolidarse programática y presupuestalmente en Oaxaca es la de los intérpretes defensores de las personas indígenas privadas de la libertad.

Es evidente la correlación entre pobreza y delitos (sobre todo patrimoniales).

Y en ningún lado la pobreza está tan presente como entre las personas indígenas.

Es ningún lugar del mundo una persona debía estar en prisión por ser pobre; y mucho menos por ser indígena.

En un estado como Oaxaca, uno de los grandes ejes de política pública en una lógica poblacional debía ser la atención integral a pueblos y comunidades indígenas.

Y prioritaria debe ser la asistencia de quienes delinquen por necesidad o por ignorancia y no pueden salir de prisión por no poder pagar un abogado y no poder pagar la reparación del daño.

Muy poco nos detenemos a pensar que las y los indígenas ven la vida y el mundo de una manera diferente y que incluso tienen sus propias reglas de convivencia.

Más allá del superficial examen a ciertas manifestaciones de “abusos y costumbres” como la venta de niñas o la prohibición de que las mujeres participen en la vida pública, hay auténticas normas de convivencia en nuestros pueblos y comunidades que chocan con nuestro derecho legislado.

Hoy las constituciones reconocen el pluralismo jurídico y las personas indígenas tienen derecho a ser juzgadas y castigadas de acuerdo a sus normas domésticas, muchas de las cuales nacieron antes de que el Derecho Positivo fuera Derecho Vigente.

Esta semana en que conmemoramos el Día de los Pueblos Indígenas y el Día de la Juventud, recibí en mi ponencia la visita de mi amigo Jesús Herrera.

Me platicó con pasión y método el trabajo que coordina en la defensoría pública estatal con un equipo preponderantemente joven.

Y es que para ser intérprete en Oaxaca se necesita esa clase de vocación que solo se mantiene mientras se es joven.

La defensa y patrocinio de las personas indígenas que cometen delitos no graves es un ministerio, una de las causas más nobles que debe adquirir un papel preminente en la administración pública.

En 2017 existían 15 defensores con conocimiento de lengua y cultura. Y cada uno tenía asignados 250 expedientes anuales.

Hoy existen en Oaxaca 29 defensores públicos bilingües mejor remunerados y 95 intérpretes de 70 variantes lingüísticas. 30 de ellos están ya certificados en procuración de justicia ante el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.

De 2017 a la fecha han podido salir de prisión mil 418 personas indígenas no solo por el diligente trabajo de los defensores sino por el trabajo en equipo entre la propia Defensoría Pública, le Secretaría de Seguridad Pública y el Tribunal Superior de Justicia.

Es el Poder Ejecutivo el que paga las reparaciones del daño a las víctimas y nada dignifica tanto el destino de los presupuestos como la defensa y excarcelación de las personas indígenas.

Oaxaca es un estado eminentemente indígena. La raíz de nuestro orgullo y nuestra identidad es indígena.

Ojalá el nuevo gobierno fortalezca a la defensoría. Hay muchas y muchos jóvenes hablantes de una lengua indígena en las facultades de derecho dispuestos a defender causas justas.

Hacemos votos porque así sea.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.

Girona en Oaxaca @MoisesMolina

Y ella es la especialista más reconocida en el mundo de habla hispana sobre Prueba Pericial.

Ambas materias son de la más alta relevancia en el trabajo de jueces y magistrados.

La materia prima del juzgador para decidir son los hechos y son las pruebas las que demuestran los hechos.

Ahora que el proceso penal sufrió un cambio vertiginoso al hacerse oral, la forma en que los jueces entran en contacto con las pruebas y las valoran, cambiaron también.

Y llegamos al exceso de creer que, por ejemplo, con el sólo hecho de verlo y escucharlo de viva voz, el juez puede saber si un testigo está diciendo la verdad o está declarando falsamente; si está siendo honesto o si miente.

Y es que la mayoría de los jueces entienden (y así lo hacen) que la ley les da poderes plenipotenciarios para valorar las pruebas merced a su intuición, sus máximas de la experiencia o su insuperable capacidad para descifrar el lenguaje no verbal.

Los jueces hoy están seguros ( y lo creen honestamente) de estar investidos de una especie de sexto sentido para detectar lo verdadero y lo falso.

Pero Jordi y Carmen nos tienen una noticia.

La comprobación de los hechos debe tener siempre bases científicas y así también debe ser con la valoración de la prueba, incluidas declaraciones de testigos.

Y es lógico. El Derecho es una ciencia social. Y alrededor de las pruebas se mueven y gravita un sinnúmero de disciplinas científicas cada vez más especializadas.

El juez debe tener entonces un método para saber qué valor le va a dar a cada prueba.

Esa valoración debe ser siempre racional, nunca intuitiva.

No todo testigo que declara falsamente está siendo deshonesto. Ni todas las personas honestas declaran siempre con verdad.

La psicología enseña que la memoria es un proceso y que puede contaminarse, que se puede intervenir; que se pueden sembrar recuerdos y que es posible que se recuerden cosas que realmente no ocurrieron.

Tanto así que existe ya toda una disciplina denominada psicología del testimonio; dos de cuyos más notables exponentes en el mundo son Oaxaqueños: Eric García López y Mario Herrera.

Ahora se trata de que las cosas sean diferentes y de que nuestros jueces en estas y otras materias de aplicación práctica a la hora de emitir una sentencia tengan los conocimientos que solamente da la capacitación.

Girona es la Meca del Razonamiento Probatorio.

Jordi y Carmen son el alma de Girona.

Vinieron a Darnos dos conferencias que apenas sirvieron para sacudirnos.

Necesitamos a Girona en Oaxaca y parece que las cosas va bien para que profesoras y profesoras de allá vengan a impartir una maestría para nuestras juezas y nuestros jueces.

Nuestro Magistrado Presidente Eduardo Pinacho es el gran impulsor de este proyecto y creo fundadamente que Jordi Ferrer y Carmen Vázquez están tomando el proyecto como suyo también.

Nosotros queremos a Girona en Oaxaca y ellos se quedaron con unas ganas enormes de regresar.

Mucho ha tenido que ver también Arturo Bárcena Zubieta, Director de la Escuela Federal de Formación Judicial que es hijo de Girona y que ha traído a sus profesores a cambiar los paradigmas de la aplicación de las leyes en México.

Así que cruzaremos los dedos y le rezaremos a todos nuestros santos para que nuestras juezas y jueces puedan tener en el futuro cercano una Maestría que no tendrá costo para ellos.